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México D.F. Domingo 24 de octubre de 2004
NAVEGACIONES
Pedro Miguel
Escopetudos en acción
Certificación ISO 9002 para atropellar
Ejércitos privados para la entrega de dinero
Dulce cara internética de firmas de seguridad
EN SU PAGINA WEB, la Compañía Mexicana
de Traslado de Valores, SA de CV (Cometra) ostenta con orgullo el certificado
ISO 9002, que le otorgó en octubre de 2000 el despacho Det Norske
Veritas (DNV) por su "profesionalismo, procesos de calidad total, excelencia
operativa y calidad de todos sus procesos". Una de dos: o los sitios de
DNV en Internet son muy desorganizados y deficientes y la empresa certificadora
no merece sus propios certificados, o bien el documento exhibido por Cometra
en su página es chocolate. Este columnista realizó
una búsqueda exhaustiva por nombre, por país y por giro,
así como en la lista de más de 500 clientes de DNV, y no
halló ni una sola referencia a Cometra. Se me ocurre que, si el
papel de referencia no es falso, los directivos de ésta tendrían
que reclamarle la omisión a los de DNV.
http://www.cometra.com.mx/
http://www.dnv.com
SEA COMO FUERE, no creo que el certificado ISO-9002
de Cometra resulte demasiado creíble para la señora Dávalos,
atropellada el 30 de septiembre en Eje 6 Sur y Ermita Iztapalapa por una
camioneta blindada de esa empresa, conducida a exceso de velocidad por
Alberto Guzmán Rojas, quien se pasó la luz roja del semáforo.
El documento de marras tampoco atenuará en forma significativa los
inconvenientes sufridos por la familia Rojas, cuya casa, en la colonia
Progreso Nacional, resultó severamente dañada la noche del
13 de octubre cuando otra unidad de la misma empresa de traslado de valores,
conducida por Martín Rodríguez, también a exceso de
velocidad y en sentido contrario, se impactó en la vivienda, derribó
la puerta de entrada y provocó cuarteaduras en muros y techos. El
más reciente de estos incidentes (salvo en el caso probable de que
tenga lugar uno más en el tiempo que transcurre entre la redacción
de esta columna y su envío a la imprenta) ocurrió el jueves,
cuando un niño de nueve años fue atropellado por una camioneta
blindada de la compañía Grumer, que era conducida de manera
alocada por Faustino Morales Torres en la colonia Aeronáutica Militar.
En esos percances, meramente imprudenciales, las transportadoras de valores
se hicieron cargo, al parecer, de cubrir los gastos médicos y las
reparaciones correspondientes. El nerviosismo y la impericia de los chicos
encargados de custodiar la marmaja también se ha traducido en agresiones
como la perpetrada el mes pasado en el centro de esta capital por tripulantes
de la unidad 20008 del Servicio Panamericano de Protección (Serpaprosa)
contra el señor Sánchez, a quien descargaron una escopeta
de calibre 12, provocándole heridas en el diafragma, una quemadura
en el riñón izquierdo, una lesión en el bazo y un
ligero daño en la columna. A la empresa se le suspendió temporalmente
el permiso para operar.
http://www.eluniversal.com.mx/pls/impreso/noticia.html?id_nota=62780&tabla=Ciudad
NOTICIAS COMO LAS referidas son morralla en la
prensa nacional y en los noticiarios radiales y televisivos, y constituyen
la punta del iceberg de la inseguridad y el terror que -como si faltara-
representan los efectivos de las empresas de traslado de valores para el
resto de los seres humanos de esta capital y del país. Creo que
casi no existe un habitante de la ciudad de México que no haya sido
víctima de un atropello, literal o en sentido amplio, por parte
de esos escopetudos que se ganan la vida arriesgándola para preservar
la integridad del dinero ajeno y en cuyos estándares de excelencia
no cuenta el respeto a leyes y reglamentos, y no se diga el civismo y los
buenos modales. En estas semanas, a raíz de sus propios excesos
y tropelías, estos mercenarios han ocupado el sitial de honor en
la lista popular de enemigos públicos que hasta antes correspondía
a los microbuseros. El tránsito de las camionetas blindadas por
las calles de esta urbe evoca el paso de los tanques israelíes por
las ciudades palestinas ocupadas. Pero lo que ha llegado a los medios,
decía, es sólo
la punta del iceberg de los desalojos,
los empujones, los encañonamientos, los "cerrones"
de tránsito y demás agresiones arbitrarias a las que estamos
expuestos y a las que -lo digo con horror y vergüenza- ya nos hemos
acostumbrado.
A TANTO LLEGARON las transportadoras de valores
que hace una semanas la Secretaría de Seguridad Pública (SSP)
del Distrito Federal las amenazó con cancelarles la licencia si
porfían en el incumplimiento de la Ley de Empresas
de Seguridad. El director de Registro de Empresas de
Seguridad Privada de la SSP, Eduardo López Figueroa, dijo que hay
19 compañías legalmente registradas, que tienen en conjunto
964 vehículos a prueba de balas y 5 mil 500 empleados en armas,
es decir, algo de dimensiones equiparables a las facciones rebeldes de
Fallujah y los seguidores de Moqtada al Sadr en Najaf, que tanta lata han
dado al ejército de Estados Unidos. Ante los funcionarios gubernamentales,
los representantes de 17 de las 19 empresas se comprometieron a adoptar
medidas eficientes para seleccionar a su personal, al cual deberán
capacitar en el manejo "racional" (lo entrecomillo, porque así dijeron)
de armas y vehículos, a aplicarle exámenes toxicológicos,
a pintar en las unidades números telefónicos para reportar
quejas y a ordenar a sus operadores que acaten el Reglamento de Tránsito
"sin excepción alguna" y bla, bla, bla. Eso fue el 30 de septiembre.
¿Alguien ha notado algún cambio en el extremo comedimiento
que caracteriza a los escopetudos, sea en el volante o en sus desplazamientos
por aceras y centros comerciales? ¿Se ha documentado en días
recientes que una patrulla de tránsito obligue a orillarse a la
orilla a un blindado y levante una infracción al conductor?
SI EN EL AMBITO popular las transportadoras de
valores proyectan una imagen pésima, en el mundo empresarial la
percepción parece ser distinta, y no es para menos: ante la inseguridad
imperante, y en el marco de las políticas de seguridad vigentes,
tales compañías son indispensables para el desempeño
de cualquier actividad corporativa de rango medio o grande. En un artículo
aparecido hace dos años en la revista en línea Soyentrepreneur,
Roberto Ortega se refería a esas empresas como "ángeles guardianes",
y ofrecía un interesante listado en el que aparecen las tarifas
de algunas. Por ejemplo, la suspendida Serpaprosa cobraba 148 pesos por
"traslado de valores por día", así como 2.67 pesos por cada
mil trasladados, "por concepto de seguro". No me queda claro si son las
propias transportadoras, las aseguradoras o ambas, las que se embuchacan,
entonces, más de 0.27 por ciento de todo el efectivo que viaja en
transporte blindado por las calles y carreteras del país, pero da
la impresión que ha de tratarse de una suma buenísima.
http://www.soyentrepreneur.com/pagina.hts?N=13429&Ad=S
http://www.azcapotzalco.df.gob.mx/transparencia/reglamento
%20de%20la%20ley%20de%20los%20servicios%20de%20seguridad.pdf
EL DULCE ROSTRO de los ángeles guardianes
parece confirmarse en las páginas web de algunas de las compañías
citadas, como la referida Cometra y su ISO 9002. Securitec presenta así
sus objetivos fundamentales: "la protección y la garantía
con un valor adicional que enfatiza nuestros actos, como son la cortesía,
la atención y el respeto". Tameme "es sinónimo de puntualidad,
eficiencia y oportunidad en la administración de valores que, complementado
con nuestro profesionalismo y la flexibilidad para adaptarnos a las necesidades
de nuestros clientes, hacen de nuestra empresa su mejor opción en
el traslado de valores". Serpaprosa, la transportadora suspendida por la
SSP, dice que "al iniciar el tercer milenio y cumplir nuestros 35 años
de historia, mantenemos inalterables nuestros valores fundamentales de
honestidad, eficiencia y confiabilidad, adicionados con las más
modernas y mejores aplicaciones tecnológicas; todo ello para atender
de acuerdo con la evolución de sus negocios a nuestra única
razón de ser: los clientes". Además, la corporación
enumera sus "convicciones: apreciar el trabajo como la oportunidad que
se tiene para sumar y ser útiles al bien común; mantener
una actitud clara y valiosa, cimentada en la productividad y en la excelencia,
factores que hacen todos los días a un equipo sólido y confiable
para su clientela". Sin excepción, los sitios correspondientes son
de una fealdad conmovedora, desde los logos mal escaneados de Cometra,
pasando por la ininteligible interfaz dizque "corporativa" de Serpaprosa,
hasta los menús saltarines de Tecnoval y el irrefrenable caos de
Grumer. En algunas de esas páginas resultan inevitables los chasquidos
que recuerdan el ruido de un arma cuando se corta cartucho, y hasta un
desaforado e improcedente fondo musical de rock. Si alguien desea consultar
ejemplos de cómo construir sitios web caros, vulgares e ineficientes,
puede consultar cualquiera de éstos:
http://www.tecnoval.com.mx/
http://www.tameme.com.mx/index2.html
http://www.cometra.com.mx/
http://www.serpaprosa.com.mx/
http://www.grumer.com.mx/indice.html
http://www.gruposeguritec.com.mx/
EN CONTRASTE CON la Eficiencia, la Honradez, la
Puntualidad, la Excelencia, la Calidad y demás valores falsos que
las transportadoras ofrecen en sus páginas en Internet, hay el dato
siguiente: de enero de 2000 a la fecha la Procuraduría General de
Justicia del Distrito Federal (PGJDF) ha iniciado más de 30 averiguaciones
previas contra escopetudos de siete de las 19 empresas registradas; 15
han sido alojados en distintos reclusorios, y han comparecido ante jueces
penales empleados de Serpaprosa, Cometra, Sepsa, Grumer, Tameme y Custraval.
Las acusaciones más frecuentes provienen de sus propios empleadores,
a quienes les han robado diversas sumas de dinero, seguidas por homicidios,
lesiones, amenazas de muerte y daño en propiedad ajena.
http://www.eluniversal.com.mx/pls/impreso/noticia.html?id_nota=247512&tabla=notas
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