México D.F. Domingo 24 de octubre de 2004
Madres solteras, viudas y trabajadores próximos a pensionarse, entre los ignorados
El Fovissste sólo da cobertura a menos de 30% de las solicitudes de crédito
El fondo comienza un proceso de reforma; busca volverse funcional, afirma su director
FABIOLA MARTINEZ
En los 31 años de existencia del Fondo de la Vivienda del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Fovissste) se ha beneficiado, en promedio, a 28 por ciento de los empleados públicos que cubren los requisitos para aspirar a este derecho. El resto de los interesados en tener crédito para una casa-habitación debe entregar su solicitud en cada sorteo con la esperanza fincada en la suerte.
En 2004, el Fovissste otorgó sólo 48 mil préstamos hipotecarios de un total de 420 mil solicitudes y, a pesar de haber sido duplicada la meta de entrega de créditos en los cuatro años recientes, la cobertura de este beneficio social sigue rezagada.
"Es imposible dar a todos; no hay recursos suficientes, pero tampoco sería ético decir que de inmediato se cubrirá la demanda", señaló el titular del fondo, Benito Gutiérrez.
En la lista de quienes no han logrado un crédito se encuentran aquellos que han brindado su servicio por más de 20 años y aun quienes están a punto de jubilarse, pero también son sistemáticamente rechazados viudas, madres solteras, responsables de familias que no cuentan con patrimonio alguno, entre otros sectores que requieren urgentemente de un crédito social.
Al igual que en el Infonavit, el Fovissste inició un proceso para modificar sus reglas, fortalecer los esquemas de vigilancia, reducir el nivel de cartera vencida, mejorar el control informático y, de modo particular, introducir un esquema de sorteo auditado para impedir que sindicatos o funcionarios "metan mano".
Proceso de restructuración
En entrevista, el titular de este fondo y ex funcionario del Instituto de Vivienda de Aguascalientes, detalla los proyectos de restructuración en marcha a fin de llegar a la meta de entregar "más de 280 mil créditos" al término del actual sexenio y, al menos, duplicar lo que se otorgó en la administración pasada.
El Fovissste, convertido en una hipotecaria, construyó de 1973 (año de su fundación) a 1980, alrededor de 113 mil viviendas; ahora cuenta con una bolsa global de 32 mil millones de pesos y 56 mil millones en inversiones para avanzar en la entrega de este beneficio a los empleados públicos.
De igual forma, detalla Benito Gutiérrez, se cuenta con un fondo de contingencia de 7 mil millones de pesos, con el que se garantiza la devolución de 5 por ciento de contribuciones en este rubro para los miles de empleados que se retiran cada año y que, pese a haber cotizado durante casi tres décadas, nunca "salieron sorteados". Además, el Fovissste debe asumir ahora su responsabilidad con los créditos cofinanciados con la banca privada en el periodo 1993-1996.
La cartera vencida se ubica actualmente en 27 por ciento, por lo que al término del gobierno foxista se propone "una reducción importante" de este indicador y aumentar de 28 a 36 por ciento el nivel de beneficiarios, respecto al total de empleados del sector público. "Lo importante ahora es dar y garantizar la viabilidad financiera del fondo", agregó el funcionario.
Y es que antes del año 2000 los recursos del Fovissste podían ser utilizados de modo discrecional por altos mandos de las entidades públicas, pero sobre todo resultaron fuente de poder político y económico de las más de 80 organizaciones afiliadas a la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE).
En sus primeros 25 años de vida, el organismo otorgó, en promedio, 19 mil 600 créditos por año, es decir, 50 por ciento menos que el aún endeble nivel de 48 mil préstamos autorizados para ejercer en 2004. De acuerdo con información oficial, en los primeros tres años de vida del fondo se entregaron 25 mil 411 casas; en el sexenio de López Portillo, 54 mil 785; con Miguel de la Madrid, 77 mil 813; en el salinato, 150 mil 836, y en la administración de Ernesto Zedillo se registró un descenso, al ubicarse en 130 mil 754.
Al inicio del gobierno del presidente Vicente Fox se definieron criterios para solicitar un crédito, con el propósito de avanzar hacia un marco más equitativo; sin embargo, la Ley del ISSSTE actual no establece prioridades.
Desde 2002 se inauguró un modelo de sorteo por medio de un sistema informático, auditado por las secretarías de Hacienda y de la Función Pública. Además, en el marco de la eventual reforma a la normatividad referida, se podría buscar que exista cofinanciamiento con la banca privada, como ocurre en el Infonavit, en ánimo de beneficiar a un mayor número de trabajadores, e incluso buscar alternativas financieras como la bursatilización de la cartera.
En principio, dijo Gutiérrez, es necesario depurar el registro histórico y reducir el número de créditos que están en calidad de "incobrables"; en este caso se ubican, por ejemplo, 60 mil préstamos que fueron cofinanciados con la banca en el periodo 1993-1995 y que, ante la crisis de ese año, resultaron impagables.
Actualmente el promedio de crédito se ubica entre 280 y 283 mil pesos (el mínimo es 220 mil y el máximo 480 mil), monto calculado para que pueda ser pagable para un sector de empleados públicos, cuyos ingresos mensuales apenas rebasan los 4 mil pesos.
Debemos, agregó el vocal ejecutivo del Fovissste, cuidar la equidad, la permanencia de un fondo solvente y seguro para los trabajadores y buscar un aumento de ciento por ciento cada año.
Mientras ocurren los cambios, miles de trabajadores siguen a la espera de recibir este beneficio y, seguramente, seguirán inscribiéndose cada año para la convocatoria respectiva. La única alternativa con la que cuenta actualmente el Fovissste para los sectores vulnerables es un "pequeño fondo para casos especiales" (discapacitados, personas de la tercera edad, viudas en condiciones críticas, etcétera), el cual, sin embargo, este año apenas benefició a 400 personas en todo el país.
Finalmente, el funcionario dijo que seguirá la relación institucional con todas las dirigencias sindicales, aun cuando la burocracia se dividió en diciembre pasado, cuando un grupo de organizaciones -encabezadas por el magisterio- determinó salirse de la FSTSE y formar su propia federación.
La FSTSE, señaló Gutiérrez, es actualmente el órgano reconocido, sin embargo, confiamos en la madurez y cordura del sindicalismo para mantener la fluidez en el otorgamiento de créditos para todos los trabajadores, independientemente de la central a la que pertenezcan. "Aquí la relación será institucional, porque yo viene aquí a trabajar, no a hacer grilla", expresó.
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