En The Green Corner hay verduras, vinos y productos de limpieza; todo natural
El agricultor, pilar de tienda sui generis en la Condesa y Polanco
Benzy Levy apuesta a la congruencia y únicamente expende productos orgánicos
Hay que restaurar el ecosistema y devolver la dignidad al campesino, dice el propietario
Congruencia entre el pensar y la acción es la apuesta que hace Benzi Levy en su empresa de productos orgánicos en la que asombrosamente el productor, en este caso el agricultor pequeño propietario, es la pieza fundamental de esta sui generis negociación.
Desde un pañal biodegradable hasta un jugo de manzana totalmente natural, sin conservador alguno, se expenden en The Green Corner, la tienda que desde hace un par de años ocupa una esquina en la Condesa (tiene sucursal en Polanco) y cuyo restaurante es también rara avis en la zona, pues la taza de café se toma por 10 pesos cuando por el rumbo no baja de 15 y sépase si es de grano natural.
El surtido incluye prácticamente lo necesario para el vivir cotidiano, alimentos, vino, productos de limpieza, artesanías, todo bajo el concepto de origen orgánico.
"Siempre me llamó la atención el tema naturalista y en un viaje a Japón, desde el tren bala vi como los senderos bajo los cables de energía eléctrica en el campo no están podados como aquí, donde el tendido de líneas arrasa con la vegetación", explica Levy, para luego añadir que ahí le nació la idea de hacer algo por recuperar la naturaleza de forma coherente.
"Este capitalismo, globalizador, caníbal, en el que sólo lo económico importa y lo demás no existe, nos está acabando", externa quien tuvo su primera experiencia en el campo en un kibutz israelí, donde sembraban plátanos, en pleno desierto, a finales de la década de los años 80.
Pese a trabajar en el negocio textil de la familia, la inquietud por contribuir a un cambio de actitud hacia el ambiente seguía presente y la oportunidad se dio cuando su esposa y él adquirieron un rancho en Nepantla, en las faldas de los volcanes, en el estado de México, y regresó a un ambiente natural como en el que pasó su niñez en su natal Caracas.
"Creo que hay que restaurar el ecosistema, devolverle dignidad al campesino y cuidar la salud", agrega.
Comercialización justa
La tienda aporta además una comercialización justa para los productores. Por cada peso en el precio de los artículos, se lleva 70 por ciento si es que lo vendido se recoge en su lugar de origen, si el productor lo lleva a la tienda, es 80 por ciento.
Hasta ahora Green Corner opera con números rojos, pero Levy es contundente "no nos interesa beneficiar a una elite". La producción y comercialización de orgánicos se da en buena escala en Xalapa, Chapingo y Oaxaca, explica y dice que ya se empieza a extender esta cultura entre los vecinos de los productores, como en el caso de un avicultor de Poza Rica, que respeta el natural crecimiento del animal "no como esos pollos de tlapalería que les prenden la luz para que coman 23 horas al día y luego los inyectan para que crezcan más rápido".
Los neo adeptos a lo orgánico, asienta, descubren una amplia gama de sabores originales "llegan a pensar esto se ve feito, pero sabe espléndido, salvo en el caso de la leche que, por lo regular, provoca una reacción, pero es cuestión de acostumbrarse".
Los visitantes de la tienda tienen un amplio surtido del cual escoger, pues hasta refrescos certificadamente orgánicos (de Estados Unidos) pueden adquirirse. En los anaqueles hay especias, jabones, detergentes, tes, huevos, con la aclaración que son de gallinas ponedoras, papel higiénico reciclado, chapulines botaneros, naranjas de Tabasco, limones de Michoacán y ejotes.
Algunos precios pueden parecer altos, pero en el caso de los ejotes se cotizan a 11 pesos el kilo cuando en el súper están al doble, asevera Levy.
Reparto a domicilio
Para redondear, el reparto a domicilio se hace en bicicleta si el pedido es cercano, ya si es de mayor distancia se utilizan un par de motocicletas, "que al menos contaminan menos que un carro".
Sin embargo, lo orgánico padece de agresiones severas como la recientemente aprobada disposición legal, conocida como Ley Monsanto, en voz de Levy, "una cuchillada a la soberanía de México, no es posible que se defrauden los intereses nacionales, da tristeza que gente del PRD (no toda, acota) haya firmado".
Otro escollo para los productores orgánicos puede ser la iniciativa que obligará a que el gobierno debe certificar y regular a quien se dedica a cultivos orgánicos; "tendremos casos como el de un campesino que quiera vender sus tres costales de amaranto tendrá que cubrir una cuota de 70 mil pesos por la certificación de origen.
En cuanto a la denominación de la tienda, Levy dice que se le puso el nombre en inglés por algo más estratégico que de convencimiento, pues consideró que estando en una zona de moda la gente pensaría que es una franquicia por lo que no dudaría en entrar. "Lo hemos tratado de corregir, pero ya está todo lo fiscal y jurídico con ese nombre. Me han puesto letreros en español y francés; sólo espero que lo escriban en náhuatl."
The Green Corner: Condesa, Mazatlán, 81 locales 1, 2 y 3, esquina Fernando Montes de Oca, 5286-3939 y 1054-7662. Polanco, Homero 1210, casi esquina Moliére, 5203-6078. Abre de 7:30 a 22 horas.