Todavía hay impunidad en Argentina, afirma
Hubo coordinación de dictaduras en el Cono Sur: ex general Martín Balza
Buenos Aires, 5 de julio. El reciente reconocimiento del ex comandante del ejército argentino y actual embajador de este país en Colombia, general retirado Martín Balza, de la existencia del Plan Cóndor durante las dictaduras del Cono Sur, es un nuevo aporte en la búsqueda de verdad y justicia por los familiares de las víctimas.
Balza dijo en una reciente presentación en Montevideo, durante un seminario sobre control parlamentario en seguridad en América Latina, que la coordinación entre los gobiernos dictatoriales del Cono Sur estaba destinada a golpear los bolsones de resistencia contra esos gobiernos en toda la región.
Por otra parte, desde Brasil el abogado Jair Krischke, del Movimiento Justicia y Derechos Humanos de Porto Alegre, advirtió que la Constitución de ese país y los tratados internacionales firmados impedirían que se otorgue refugio al coronel retirado Manuel Cordero, prófugo de la justicia de Uruguay, quien se encuentra en San Paulo.
El Supremo Tribunal Federal de Brasil decidirá sobre este caso el próximo 18.
Cordero, quien fue acusado de crímenes de lesa humanidad en su país y huyó a Brasil en julio de 2004 y allí se declaró "perseguido político", sostiene que su situación personal se agravaría con el nuevo gobierno del izquierdista Tabaré Vázquez.
Cordero integró el Organismo Coordinador de Operaciones Antisubversivas, estuvo en el Servicio de Información y Defensa y fue hombre clave en la Operación Cóndor. Se le acusa de participar en Buenos Aires en ese siniestro plan en el centro clandestino de detención Automotores Orletti.
Esta situación estaba presente cuando Balza se refirió en Uruguay a la coordinadora criminal entre las dictaduras poniendo también en difícil situación al ex presidente uruguayo Juan María Bordaberry y al ex canciller de la dictadura, Juan Carlos Blanco. Ambos habían negado la existencia de la Operación Cóndor y todo tipo de coordinación con otras dictaduras.
Balza destacó la obligación que tienen los militares de presentarse ante la justicia, cuando ésta los cite para declarar, al expresar que en Argentina aún no se ha eliminado la impunidad y, por tanto, el país "sigue teniendo un pasado no resuelto".
Se refirió además a su decisión de ofrecer perdón públicamente en Argentina hace 10 años por los crímenes de la dictadura, las desapariciones y especialmente el robo de niños nacidos en cautiverio.
El militar, perseguido aquí por sus colegas, especialmente por los militares retirados vinculados a la dictadura, se inclina por la necesidad de que asuman las responsabilidades para evitar que las nuevas generaciones militares tengan que hacerse cargo de un pasado tan cruento.
"Hace más de una década expresé públicamente el perdón de los militares por los crímenes cometidos durante la dictadura y la firme convicción de que la violencia del pasado no ocurra más", dijo en Uruguay, donde hay resistencia muy fuerte a que se investiguen los crímenes dictatoriales.
"Hice lo que las fuerzas armadas creían que había que hacer", señaló al considerar que lo anterior fue un paso para poder pensar en el futuro.
Casi inmediatamente después de esas declaraciones, Balza fue expulsado del Círculo de Militares Retirados, que reúne a los ex oficiales que con mayor énfasis defienden lo actuado por las fuerzas armadas durante la dictadura.
También el militar se había declarado en favor de la decisión de la Corte Suprema argentina por la derogación y nulidad de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, que permitieron impunidad a los responsables de crímenes de lesa humanidad, pero igualmente estima que deben anularse los indultos dispuestos por Carlos Menem (1989-1999) con los que quedaron sin castigo los jefes de las juntas militares condenados en los históricos juicios de 1985.
Durante el mismo seminario, Balza -quien combatió en las Malvinas en 1982- dijo que la trayectoria de la Escuela de las Américas de Estados Unidos, donde nunca realizó cursos, es muy conocida en la región, como también lo son las consecuencias que tuvo para América Latina. El ejército argentino se retiró de los cursos en esa escuela en 1992.