La extorsión, el coyotaje y los intermediarios influyen en el encarecimiento de los alimentos
Se elevan hasta ciento por ciento productos de época de Cuaresma
El camarón gigante subió a 540 pesos y el huachinango pasó de 80 a 140 pesos, mientras el kilo de romeritos preparados llegó a costar 150 pesos, inaccesibles para la mayoría de los capitalinos
Ampliar la imagen Sólo seis o siete especies de peces de las 300 que se comercializan, lo cual afecta directamente a los consumidores finales. La imagen corresponde a un puesto en el mercado de La Viga Foto: Archivo
El coyotaje y el intermediarismo incrementaron hasta ciento por ciento el precio de los romeritos, nopales y pescado durante la actual temporada de Cuaresma, lo cual hizo imposible que gran parte de la población capitalina tuviera acceso a esos productos, ya que difícilmente una familia puede gastar 150 pesos para comprar un kilogramo de romeritos preparados o 180 por un kilo de robalo, con el riesgo de que "le den lengua a un costo tres veces menor".
Raúl Montaño Zedillo, presidente de la Unión Nacional de Productores de Maguey y Nopal; José Jiménez López, presidente de la Liga de Comunidades Agrarias, y Genaro Reyes del Aguila, representante de los productores de romeritos de San Andrés Mixquic, denunciaron que la falta de un espacio digno en la Central de Abasto (Ceda), los obliga a vender sus productos a un precio muy bajo.
El calvario de los productores
A ello se suma la extorsión de los policías, quienes piden una "cooperación de entre 500 y 700 pesos" a los conductores de los camiones de carga que entran al Distrito Federal, por Calzada Ignacio Zaragoza e Indios Verdes. Además "carecemos de permiso para vender nuestros productos de manera directa al consumidor, por lo que los intermediarios y coyotes se llevan la ganancia".
Tal situación se refleja en un incremento en el precio del nopal y romeritos hasta ciento por ciento en estas semanas, afectando a los 8 mil productores de la cactácea en Milpa Alta, donde se cultivan 350 mil toneladas para el mercado nacional, y a los mil 500 productores de la hortaliza en San Andrés Mixquic, donde se obtienen 5 mil toneladas anuales, explicaron.
Mencionaron que su "calvario" comienza cuando se dirigen a la Ceda, porque los "uniformados nos piden dinero bajo el argumento de que el vehículo no circula o no tiene los documentos o permisos para transportar hortalizas y verduras", pese a contar con la autorización de la Dirección General de la Policía Sectorial, tras un acuerdo firmado entre la Confederación Nacional Campesina del DF y el exsecretario de Seguridad Pública, Marcelo Ebrard.
Actualmente, el espacio con el que cuentan en la Ceda es "deprimente y hace que mucha gente no vaya al lugar; aún así, cobran a cada productor 23 pesos por entrar y 48 por uso de piso, mientras los comerciantes nos ofrecen cantidades irrisorias por nuestra mercancía. Por ejemplo, hace tres años, el bulto de 60 kilos de romero estaba en 900 pesos, y hoy nos quieren pagar 400 o menos", comentaron.
En un recorrido por tiendas de autoservicio, mercados y tianguis se constató la diferencia de precios de dichos productos, lo que impedirá a muchos capitalinos saborearlos durante esta temporada, pues el kilo de romeritos se ofrece desde 8 hasta 15 pesos, el de papa de 6.50 a 22.50, el de nopal de 6.40 a 10.90, el de mole rojo en pasta de 29.90 a 45 y el precio del polvo de camarón, necesario para los tortitas, pasó de 85 a 130 pesos.
Pescados y mariscos
Las diferencias son más perceptibles en pescados y mariscos, pues el camarón gigante subió hasta 540 y el cristal a 350 pesos, la mojarra pasó de 18 a 39 pesos, las tiras de pescado de 56 a 72 pesos, el camarón pacotilla de 95 a 130, el huachinango de 80 a 140 y el robalo de 120 pesos a 180 pesos, debido a que los capitalinos únicamente adquieren seis o siete especies de las 300 que existen para el consumo. Sin embargo, la falta de conocimiento de muchas amas de casa provoca que le den lengua por robalo, cuyo costo es de 50 y 180 pesos, respectivamente, aunque otras especies como los azules, la cojonuda, la albacora y la curvina tienen un sabor similar al robalo, y su precio oscila entre 25 y 30 pesos el kilo, pero la gente "no se arriesga a probarlos; cuando lo haga se convertirán en sus favoritos", señaló Jiménez López.
Reconoció que el alto precio de los productos del mar, los cuales se encarecen hasta ciento por ciento en esta temporada, de acuerdo con informes de comuneros del Distrito Federal, ha provocado que su consumo sea de apenas 9 kilos 700 gramos al año por habitante, cuando en países como Japón es de 150 kilos.