Langosta baby, novedoso platillo de Baja California

En Mexical, el platillo tradicional tiene que ver con la comida china, mientras un referente básico en Tijuana es la creación de la Ensalada César; pero en la costa de Baja California hay una receta que ha recibido el reconocimiento de propios y extraños: langosta baby de Puerto Nuevo.

Este manjar funde elementos que bien podrían ser criticados por los puristas del arte culinario, toda vez que la langosta se combina con mantequilla, frijoles, arroz y salsa de chile serrano y jitomate.

Ubicado a 45 kilómetros al sur de la frontera entre Tijuana y San Diego, Puerto Nuevo es un centro turístico que vive de la artesanía y la comida. En la entrada de esta zona mareña hay una hilera de puestos donde se ofrecen productos artesanales de México; más adelante, todo se convierte en restaurantes con vista a las frías aguas del océano Pacífico, cuya especialidad es la langosta baby.

De asombro en asombro

Con precios que van de 9 a 15 dólares por pieza, la primer sorpresa es mirar en el centro del lugar un grupo de langostas pequeñas partidas a la mitad para mostrar la carne rosada de este crustáceo, el cual mide alrededor de 20 centímetros, dividido en cabeza y cola.

La segunda sorpresa es cuando los meseros llevan a la mesa platos de frijoles, arroz y salsa para acompañar el platillo, y en un canasto una decena de tortillas de harina, conocidas como sobaqueras.

La tercera es el sabor que adquiere la langosta joven, guisada en mantequilla, servida en taco con tortillas de harina y guarnición de frijoles bayos, salsa y arroz.

El platillo suele acompañarse con cerveza fría o vino blanco, producido en la región por firmas vinícolas reconocidas a escala mundial o por artesanos de Valle de Guadalupe.

Antonio Heras, corresponsal