Más de 40 mil jóvenes acudieron ayer al Estadio Olímpico de Ciudad Universitaria a presenciar el juego entre Aguilas Blancas y Pumas, en el cual los felinos se impusieron 9-7 con una anotación que consiguieron cuando faltaban 36 segundos para el final del partido. La Secretaría de Seguridad Pública capitalina aplicó un operativo especial de vigilancia sobre las porras y detuvo a 27 personas, la mayoría revendedores. Un aficionado de 24 años resultó lesionado en la mano derecha cuando le estalló un petardo. El encuentro fue aprovechado por estudiantes del Instituto Politécnico Nacional, que colgaron en la tribuna una manta para expresar su malestar ante las anomalías de los pasados comicios presidenciales FOTO José Carlo González

ABRIL DEL RIO Y AGUSTIN SALGADO

Imputan el atentado a Ulises Ruiz y Heliodoro Díaz

Prenden fuego a una oficina de la APPO

Personas no identificadas trataron de incendiar sede de Nueva Izquierda
Se busca reventar mesa de negociaciones con la SG, según la asamblea
Filtran propuesta oficial para satisfacer pedido de remover al gobernador

OCTAVIO VELEZ ASCENCIO, CORRESPONSAL

Alienta rebelión social la crónica desigualdad en México: Conapo

Lejos de ser una característica transitoria, se vuelve permanente y vulnera la democracia, señala
Como desde hace décadas, municipios de Chiapas y Oaxaca encabezan la lista de pobreza

FABIOLA MARTINEZ

López Obrador censura intención de quemar las boletas electorales

Busca el IFE “borrar huellas del fraude”; el recuento, condición indispensable para el diálogo
Plantea que comisión de la sociedad civil organice el cómputo

ANDREA BECERRIL

Nulos frutos de la descentralización educativa contra el rezago escolar

El acuerdo de modernización sólo “distribuyó” problemas en los estados, concluyen expertos

LAURA POY SOLANO

Se desplomó casi 99% la inversión presupuestal en el sector petrolero

Los Pidiregas, medio favorito empleado para la capitalización

ISRAEL RODRIGUEZ J.

EJE CENTRAL

Castillos de fuego

CRISTINA PACHECO

Cada septiembre el estallido de los primeros cohetes destrozaba la quietud y la adustez del pueblo enlutado por el plumaje de los tordos. En las ventanas aparecían como otra floración las banderitas de papel. Las recuas de mulas sacaban chispas en las calles empedradas que conducían al puente de piedra: apenas una joroba sobre un hilito de agua turbia.

En derredor de la plaza los alfareros exhibían ollas y juguetes de barro sobre tapescos de alfalfa. La calle principal se inundaba con el olor del pegamento utilizado por los cartoneros para confeccionar cascos, máscaras, cornetas, espadas. Bajo los arcos del mercado aparecían los músicos y los vendedores de tunas, tunas cardonas rojas, casi negras, atravesadas con púas de maguey.

11-S: la abierta herida del miedo

En víspera de que se cumplan cinco años de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, las repercusiones de esos sucesos continúan: a la fecha se han invertido en el sistema aeronáutico mexicano unos 3 mil millones de pesos en medidas de seguridad, para mantener un "nivel de prevención sólido", según informes de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. En la imagen, Terry y Karen Willard miran una gigantesca bandera estadunidense colocada en uno de los muros del World Financial Center de Nueva York, en la llamada zona cero FOTO Ap

LAURA POY SOLANO