Seduce paladares caviar de vivero franco-suizo
Ginebra, 15 de noviembre. Un caviar de viveros producido en la región de Dordoña cuenta con la imagen de lujo a la francesa para conquistar el mundo, incluida Rusia, terreno reservado de las huevas de esturión salvaje.
Como la exportación del llamado oro negro del mar Caspio (90 por ciento de la producción mundial) está prohibida desde principios de año por la Organización de Naciones Unidas en nombre de la protección de la especie, los amantes consumen caviar de vivero, antes despreciado por los conocedores.
"La naturaleza hace bien las cosas, pero el genio del hombre a veces puede superarla", asegura Peter Rebeiz, presidente de la firma franco-suiza Caviar House et Prunier, que se presenta como la número uno mundial de la producción y distribución de caviar.
Granja al este de Burdeos
La sociedad, con sede en Ginebra, cría sus esturiones en MontponMenesterol, a 80 kilómetros al este de Burdeos, donde existe piscicultura de esturiones desde los años 20. En fuerte progreso desde el embargo del pescado del mar Caspio, la granja produce unas cinco toneladas de caviar al año.
Con los consejos de especialistas iraníes y rusos "hemos creado el mejor caviar del mundo", proclama Rebeiz. En unos años, "tres, cuatro o cinco pisciculturas" de diferentes países conseguirán un producto mejor que el caviar de origen salvaje, sobre todo cuando ha sido traficado por pescadores furtivos.
"Con los esturiones salvajes nunca puedes estar seguro del resultado", subraya. "Hoy algunos productores de esturiones salvajes que hacen pasar su producto por caviar de vivero", añade.
Para acentuar la imagen lujosa que se asocia a un producto francés, la última cosecha se llama Love, y en la tapa lleva un dibujo firmado por Yves Saint Laurent. La latita de 125 gramos se vende a 375 euros.