"La condición es que se respete la independencia de la isla y sobre bases de igualdad"
Raúl Castro: Cuba está dispuesta a negociar con EU el largo diferendo
Celebran en ausencia de Fidel Castro el 50 aniversario del desembarco del Granma
La Habana, 2 de diciembre. Ante una movilización civil y militar en la Plaza de la Revolución, el presidente en funciones, Raúl Castro, declaró la disposición de Cuba a "resolver en la mesa de negociaciones el prolongado diferendo" con Estados Unidos, a condición de que se respete la independencia de la isla y sobre bases de "igualdad, reciprocidad, no injerencia y respeto mutuo".
La fecha crítica se cumplió y Fidel Castro estuvo ausente en un acto que reunía hoy tanto significados históricos como de política inmediata. El mandatario convalece de una cirugía intestinal desde hace cuatro meses, en los cuales no ha aparecido en público.
Aunque Raúl Castro está encargado de las funciones de máximo liderazgo civil y militar desde julio pasado, hoy fue la primera vez en ese lapso que tuvo el escenario y la ocasión para hacer un discurso de estadista.
Raúl Castro dijo, en la emblemática tribuna de La Habana, que mientras Estados Unidos decide aceptar la oferta negociadora, "estamos dispuestos a esperar pacientemente el momento en que se imponga el sentido común en la conducta de los círculos de poder en Washington.
"Estamos convencidos de que la salida a los acuciantes conflictos que enfrenta la humanidad no está en las guerras, sino en las soluciones políticas", añadió.
El estado de salud de Fidel Castro continúa como incógnita y su ausencia pública mantiene vivas las especulaciones. Lo cierto es que el líder cubano está fuera de sus funciones y su hermano menor y segundo hombre al mando se presentó este sábado al frente del país tocando asuntos estratégicos.
La presentación de Raúl Castro fue el tercer momento en que la dirigencia cubana ha lanzado señales al más alto nivel sobre el futuro de la isla en ausencia de su líder histórico.
El primer momento fue el jueves, cuando el comandante de la revolución, Ramiro Valdés, proclamó a Raúl Castro "cancerbero" del sistema socialista en Cuba. En el segundo, el viernes, el vicepresidente Carlos Lage prometió afrontar la ausencia de Fidel Castro con la unidad de la cúpula.
Cuando Fidel Castro anunció su crisis de salud, el 31 de julio, pidió que su octogésimo aniversario fuera celebrado este día, en el cincuentenario de su llegada al frente de 81 combatientes a bordo del yate Granma para iniciar la insurrección que triunfó en 1959.
De ahí que la fecha del 2 de diciembre se tomara dentro y fuera de Cuba como el momento de posible reaparición pública del mandatario cubano.
La inasistencia de Fidel Castro a la celebración, junto con el protagonismo de su hermano Raúl, dejaron caer hoy sobre los cubanos y los observadores extranjeros la impresión de que una nueva época se está iniciando en Cuba.
Acompañaron a Raúl Castro, en la jornada, el premio Nobel Gabriel García Márquez; el presidente boliviano Evo Morales, el haitiano René Preval y el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, así como el mandatario electo de Nicaragua, Daniel Ortega.
En su discurso, en el ámbito interno, Raúl Castro se preocupó de precisar su visión sobre el peso que tienen dos instituciones medulares en el sistema político cubano: las fuerzas armadas y el partido único.
Y lo hizo citando un texto de Fidel de 1965, según el cual existe esta secuencia: el ejército rebelde de los 50 fue "el alma de la revolución", garantizó la existencia del nuevo poder y fue "factor de cohesión y unidad".
Al nacer el Partido Comunista, hace 31 años, según esa referencia, el ejército "depositó en sus manos las banderas de la revolución y fue a partir de ese instante y para siempre su más fiel, disciplinado, humilde e inconmovible seguidor".
Es decir, las fuerzas armadas se subordinan al partido, pero hay que recordar que lo antecedieron.
Luego aseveró Raúl que la "principal arma estratégica" del país es "la unidad monolítica del pueblo, ejército y partido", idea que minutos más tarde tendría su representación plástica en el desfile.
En la única alusión que hizo el orador a la crisis de salud de su hermano mayor, expresó que el pueblo cubano ha mostrado "firmeza, ecuanimidad, madurez y confianza en sí mismo" en este trance.
En la agenda internacional, Raúl Castro indicó que los movimientos populares y revolucionarios "se robustecen" en América Latina, "la región del planeta donde resulta más insultante y oprobiosa la opulencia de la oligarquía".
Aseguró que la política estadunidense antiterrorista "se encamina inexorablemente a una derrota humillante", y que las elecciones congresionales del pasado 7 de noviembre, con el triunfo demócrata, marcaron el rechazo popular a "las políticas aventureras" de Washington.
"Esperamos que las autoridades de los Estados Unidos aprendan la lección de que la guerra no es la solución a los crecientes problemas del planeta", apuntó Raúl Castro.
Según la agencia noticiosa Afp, Estados Unidos reiteró el sábado, en aparente respuesta al discurso de Castro, que cualquier "profundización" en las relaciones con Cuba dependen de una "apertura democrática". La portavoz del Departamento de Estado, Janelle Hironimus, afirmó que "el diálogo que debe tener lugar es entre el régimen cubano y el pueblo cubano sobre el futuro democrático en la isla, como constantemente hemos indicado".