Por Rocío Sánchez

El incremento en el presupuesto para atender la infección por VIH en los últimos años del sexenio pasado se logró por la intensa labor de cabildeo por parte de la sociedad civil e instituciones de salud. Cada año, activistas, médicos y funcionarios mostraron a diputadas y diputados las necesidades de recursos que se tenían para atender a las personas que viven con la infección o corren el riesgo de contraerla.

Hasta el año pasado los resultados fueron positivos, las comisiones de Salud y Presupuesto y Cuenta Pública, pero sobre todas la de Equidad y Género, coadyuvaron a que los presupuestos otorgados desde la Cámara de Diputados estuvieran más cercanos a cubrir las necesidades de atención y prevención del VIH/sida.

Mecanismo deficiente
En todo el sexenio que acaba de terminar predominó el desequilibrio entre el gasto destinado a la atención del VIH y lo invertido en prevenir nuevas infecciones. Mientras el gasto en atención, destinado sobre todo a la compra de medicamentos antirretrovirales, creció de 2000 a 2006 más de mil por ciento, hasta alcanzar la suma de 845 millones, el de prevención se quedó rezagado hasta el último año en que la Cámara de Diputados asignó 104 millones de pesos a ese rubro.

Cada año, la propuesta de presupuesto enviada por el Ejecutivo Federal debe ser revisada y ajustada por los legisladores para subsanar las deficiencias. “Las insuficiencias presupuestarias se arrastran de un año a otro, haciendo que la provisión de servicios alcanzados dependa de que diputadas y diputados asignen recursos adicionales. La falta de intervención de los diputados representaría, por lo tanto, automáticamente un recorte”, asienta la organización civil Fundar, Centro de Análisis e Investigación, en su documento Involucramiento de Diputadas y Diputados de las Comisiones de Salud, Equidad y Género, Grupos Vulnerables, Presupuesto y Cuenta Pública y Hacienda en la ampliación de recursos para prevención, atención e investigación del VIH/sida y salud de las mujeres.

Gracias a las negociaciones con las legisladoras se logró aumentar el presupuesto para VIH de 360 a 618 millones de pesos de 2004 a 2005, y llegar hasta 845 millones para 2006. No obstante, este dinero se destinó básicamente a lograr la cobertura universal de tratamiento antirretroviral.

Necesidades generales y retos globales
"Un documento del Comité Técnico de Vigilancia Ciudadana (Mexsida)"Un documento del Comité Técnico de Vigilancia Ciudadana (Mexsida), xe "el grupo de Derechohabientes Viviendo con VIH/sida del IMSS (DVVIMSS) y otras organizaciones civiles"el grupo de Derechohabientes Viviendo con VIH/sida del IMSS (DVVIMSS) y otras organizaciones civiles, xe "insta al gobierno de Felipe de Jesús Calderón a cumplir con una serie de retos para luchar contra el VIH"insta al gobierno de Felipe de Jesús Calderón a cumplir con una serie de retos para luchar contra el VIH, xe "que puede condensarse en una sola demanda\: recursos para mantener el trabajo contra la infección."que puede condensarse en una sola demanda: recursos para mantener el trabajo contra la infección.

La contención de la epidemia en 2015 es una de las Metas de Desarrollo del Milenio con las que México se comprometió, igual que todas las naciones del mundo. Sin embargo, será durante este sexenio que se presentarán dos momentos significativos para ese objetivo. La celebración en la ciudad de México de la Conferencia Internacional de Sida de 2008, por primera vez en un país latinoamericano, que representa la oportunidad para colocar en la mesa de discusión la dinámica de la epidemia en la región, que predominantemente afecta a los hombres que tienen sexo con otros hombres (HSH).

Dos años después, en 2010, tendrá lugar una reunión de seguimiento a las Metas del Milenio donde el gobierno deberá dejar bien sentadas las bases para llegar a la fecha límite cinco años después. Para esto, dice el documento de las organizaciones no gubernamentales, México necesita tener una visión integral hacia el VIH/sida, que no sólo contemple el acceso universal a medicamentos antirretrovirales, sino también la prevención de la infección, la promoción de los derechos humanos y el combate al estigma y la discriminación relacionados con el VIH.

Para alcanzar cabalmente estas metas es fundamental la aprobación de un presupuesto suficiente. Aunque 2006 fue el primer año en la historia de la epidemia en México que se destinó una partida significativa para la prevención, ésta deberá crecer, según estimaciones de las organizaciones citadas basadas en los lineamientos del ONUSIDA, de 104 a 190 millones de pesos sólo para ser ejercidos por Censida. En el proyecto de Presupuesto de Egresos, enviado a la Cámara de Diputados el 5 de diciembre pasado, se contemplan 133 millones para prevención del VIH/sida por parte de Censida, cifra que deberá ser avalada o modificada por los legisladores. Para las organizaciones civiles, México debería destinar 660 millones de pesos anuales a la prevención en todos los sectores, incluyendo la educación pública, con estrategias específicas para las poblaciones más afectadas.

También deberían dedicarse 160 millones de pesos exclusivamente al combate del estigma y la discriminación, sobre todo al interior del sistema de salud. Según una investigación del Instituto Nacional de Salud Pública, 67 por ciento de los usuarios seropositivos de los servicios de salud han sufrido maltrato y negación de los servicios.

Para la atención de la infección, las negociaciones que han tenido lugar en las últimas semanas han permitido que desde la propuesta de Presupuesto de Egresos de la Federación 2007 estén solicitados cinco mil 800 millones de pesos para la bolsa de Gastos Catastróficos del Seguro Popular, de los cuales, mil 342 millones serán para la compra de antirretrovirales. Según Fundar, “esta cantidad asegura la cobertura universal de pacientes con VIH que requieran el tratamiento, teniendo en cuenta que el número de personas atendidas por la Secretaría de Salud ha aumentado de manera importante”.

Oportunidad
El presupuesto para VIH/sida deberá ser defendido por el titular de la Secretaría de Salud, el ex diputado José Ángel Córdova Villalobos, quien fuera presidente de la Comisión de Salud de la anterior legislatura. Lo que para muchas organizaciones que luchan por los derechos sexuales y reproductivos es una amenaza, para el mismo Córdova es una oportunidad.

“(Durante la legislatura) no hubo ninguna otra área que se haya fortalecido tanto (como la de VIH/sida); el presupuesto para los enfermos de sida y los programas de sida representa prácticamente un dos por ciento de todo el presupuesto de la Secretaría, y es sólo una enfermedad. Si eso no es una muestra de preocupación, no sé cuál pueda ser una buena muestra”, comentó a los medios días antes de asumir su cargo.

Cuestionado directamente sobre las ONG que lo señalan como un hombre conservador, explicó que “mis convicciones no las voy a cambiar pero ahora vamos a gobernar para todos con el mismo derecho para todos”, agregando que no es lo mismo legislar formando parte de un partido político, siguiendo esa ideología, que tener la responsabilidad de un cargo federal.