El gobierno centroizquierdista, dividido por la guerra en Afganistán y el apoyo a EU
Renuncia el primer ministro Romano Prodi tras perder su mayoría en el Senado italiano
Ampliar la imagen Conservadores se manifiestan para pedirle al jefe de gobierno que abandone su puesto. Foto: Ap
Ampliar la imagen Prodi después de la votación Foto: Reuters
Roma, 21 de febrero. El jefe de gobierno italiano, Romano Prodi, dividido por la guerra de Afganistán y su apoyo al ejército estadunidense, renunció hoy a su cargo tras perder la mayoría en el Senado durante una votación clave para aprobar su política exterior, lo que generó la mayor crisis política desde que asumió el poder en abril del 2006.
No hubo un requerimiento constitucional para que Prodi se alejara de su puesto. Pero el canciller Massimo D'Alema dijo antes de la votación que el gobierno de centroizquierda debía renunciar si no lograba el apoyo mayoritario en su política externa.
La moción, una larga declaración de apoyo a su política exterior, recibió 158 votos en el Senado, dos menos de los necesarios para obtener la mayoría.
Italia tiene mil 900 soldados en Afganistan como parte de una misión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte en esa nación en que fue derrocado el gobierno talibán al amparo de una ofensiva bélica estadunidense a finales de 2001.
La presencia en ese país no es aprobada por los sectores de izquierda más radicales de la coalición gubernamental, Verdes y comunistas, los cuales condicionaron el apoyo a la misión en Afganistán al rechazo a la ampliación de la base estadunidense de Vicenza (norte), lo que no fue aceptado.
"Dimisión, dimisión", clamó la oposición tras el anuncio del presidente del Senado, Franco Marini, de que la coalición gubernamental -formada por nueve partidos que van desde la extrema izquierda hasta los democristianos de centro, con orientaciones políticas distintas- perdió su mayoría.
Los conteos establecen que la abstención de dos senadores vitalicios y dos comunistas provocó la derrota política del gobierno, cuya mayoría era de un escaño.
La derrota fue el traspié más duro para la coalición gobernante, que enfrenta un creciente rechazo popular a la ampliación de la base estadunidense en Vicenza. Además, está divida en cuestiones domésticas como el presupuesto, la reforma de la jubilación y una ley para reconocer legalmente a las parejas homosexuales y no casadas.
Más de cien opositores se congregaron fuera de las oficinas de Prodi para pedirle que dimitiera tras la votación en el Senado.
En un drama que hizo recordar las crisis de la política italiana de los años 80 y 90, cuando los gobiernos, en ocasiones, duraban menos de una semana, Prodi presentó oficialmente su renuncia al jefe de Estado, Giorgio Napolitano, quien se reservó aceptarla, y tras consultas con partidos deberá decidir si pide a Prodi que continúe en el cargo o llama a elecciones anticipadas.
Se trata de la tercera vez que Prodi se ve obligado a dimitir como jefe de gobierno en su larga vida política. La primera vez fue en 1997 y la segunda en 1998, cuando tuvo que ceder el poder a su aliado D'Alema.