Incomprensión de textos y expresión escrita confusa, principales problemas de alumnos

La universidad debería seguir enseñando a leer y escribir, afirma investigadora

Lo aprendido en la educación básica es insuficiente para las prácticas académicas en este nivel: Paula Carlino

Estos dilemas propician malas calificaciones o inclusive abandono escolar, advierte

LAURA POY SOLANO

La habilidad de aprender a leer y escribir no sólo es tarea de la educación básica, sino de todos los niveles educativos, pues se ha demostrado que la lectura y escritura son prácticas sociales y no saberes conceptuales que se transmiten de una vez y para siempre; por el contrario, "hay tantas formas de leer y escribir como contextos y contenidos", aseguró Paula Carlino, especialista en sicología de la educación e investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas en el Instituto de Lingüística de la Universidad de Buenos Aires.

Autora de la obra Escribir, leer y aprender en la universidad: una introducción a la alfabetización académica, editado por el Fondo de Cultura Económica, aseguró en entrevista telefónica con La Jornada que las constantes quejas de profesores universitarios por las "dificultades" que presentan los alumnos en la comprensión de textos, su baja participación en clase, la escasa comprensión de los temas impartidos en el aula y una expresión confusa en su escritura son sólo algunos síntomas de que la universidad exige "conocimientos que no está enseñando, pues no basta con que hayan aprendido a leer y escribir en los primeros años de la formación primaria, pues la lectura y escritura académica que demanda la formación universitaria no se enseña en los niveles previos".

Señaló que investigaciones recientes cuestionan el principio de que existe una "sola forma de leer y escribir que se aprende en la educación básica y que se aplica a cualquier texto y ámbito, pues se ha demostrado que lo aprendido en la educación básica y media no forma al alumno para las prácticas de lectura y escritura que demanda la universidad".

Las investigaciones muestran que la universidad tiene una responsabilidad en continuar enseñando a leer y escribir, porque las prácticas que se requieren para participar en la enseñanza en este nivel son novedosas para los alumnos, quienes no pueden participar si no reciben orientación, guía y retroalimentación.

''Si queremos que los alumnos escriban y lean como exige la formación universitaria -afirmó- es necesario que los profesores, instituciones educativas e instancias gubernamentales responsables de las políticas públicas asuman su responsabilidad y no se adjudique únicamente a los alumnos, al nivel educativo previo o a los padres de familia.

''Debemos formar a los estudiantes para que puedan leer y escribir en distintos contextos, con distintos propósitos, y esto requiere mucha más enseñanza que antes; por eso es tan importante que en todos los niveles educativos se integre, además de los contenidos de las distintas asignaturas, el aprendizaje de la lectura y escritura académica, pues nuestros jóvenes podrán ser muy eficientes en el manejo de mensajes con ayuda de la nueva tecnología, pero no están desarrollando la capacidad de entender lo que leen y escriben en el nivel universitario".

Fracaso escolar

Agregó que la experiencia de cientos de maestros y los indicios sobre los logros educativos en la mayoría de los países de América Latina revelan que la falta de habilidad para desarrollar adecuadamente la lectura y escritura académica sí influye en las condiciones de abandono escolar, rezago y repetición en educación universitaria.

Las dificultades que tienen los alumnos para leer y escribir en los primeros años de la universidad son un factor que los lleva a fracasar en los exámenes, prolongar su estancia en la universidad o abandonar sus estudios, reconoció.

En el aula, la mayoría de los profesores se encuentran con que los alumnos fracasan porque no entienden lo que leen y abandonan la lectura, pues requieren orientación y guía de sus profesores para que puedan perseverar en lo que no entienden, porque "no saben leer y escribir del modo que la universidad espera y el problema es que la universidad exige algo que no enseña, lo que se convierte en un problema de equidad, pues se evalúa a los alumnos para que demuestren un saber y no enseñamos a conseguirlo. Entonces sólo tienen éxito aquellos que disponen de medios donde pueden aprender lo que la universidad no está enseñando".