■ Representaron Don Carlos, de Giuseppe Verdi, en Milán
Ovación y abucheos marcan el comienzo de la nueva temporada lírica de La Scala
Milán, 8 de diciembre. La presentación en La Scala de la ópera de Giuseppe Verdi Don Carlos provocó el domingo aplausos, pero también algunos abucheos, en el inicio de la nueva temporada de la clásica sala de teatro lírico de Milán.
El público arrojó flores al escenario cuando el elenco recibía el aplauso general tras la representación; se escucharon algunos “bravos” y el tenor estadunidense Stuart Neill, quien salió a escena tras un cambio de último momento el sábado, fue ovacionado por su interpretación de Don Carlos.
Sin embargo, se escucharon abucheos para algunos de los cantantes y para los directores de la obra y de la orquesta durante los siete minutos del aplauso final, un reconocimiento mucho más corto que en las previas inauguraciones de temporada en La Scala, uno de los más renombrados teatros de ópera del mundo.
El director artístico Stephane Lissner dijo que el descontento del público, que comenzó en el segundo acto, se debió al cambio en los tenores.
La Scala anunció el sábado que Neill remplazaría a Giuseppe Filianoti como Don Carlos. No se dieron razones para el cambio, pero Filianoti declaró en una entrevista en un periódico que se debió a un error cometido durante una presentación de pretemporada.
“Esto es algo que ocurre en teatros de todo el mundo. La Scala puso esta noche el mejor elenco posible”, dijo Lissner a periodistas. Filianoti, presente en la sala, señaló que estaba dolido por la decisión.
Basada en una obra de Schiller, Don Carlos es una ópera de Verdi de 1867, que relata una tortuosa relación amorosa en la familia real española durante el siglo XVI. Cantada en italiano, dura más de cuatro horas.
Con boletos que costaban hasta 2 mil euros (2 mil 538 dólares), la inauguración de la temporada lírica en La Scala es vista como un exclusivo acto reservado para ricos y poderosos.
Antes de que comenzara la presentación, los curiosos pudieron observar detrás de unas vallas de metal cómo ingresaban al recinto el ministro de Defensa de Italia, Ignazio La Russa; el presidente de Ruanda, Paul Kagame, y el dúo de diseñadores de moda Domenico Dolce y Stefano Gabbana.