l Banco de México dio a conocer a principios de este mes los resultados de la encuesta mensual a 31 equipos de especialistas en prospectiva del sector privado, con sus más recientes expectativas económicas para este año y el próximo.

Todos los indicadores resultantes, casi sin excepción, muestran mes a mes en el anterior semestre un derrumbe de las expectativas y de la confianza ante una crisis que pudo haber sido neutralizada y que sin embargo avanza a pasos agigantados.

Dicha crisis –con epicentro en la irresponsabilidad y la especulación desregulada de Wall Street– viene, como es sabido, de tiempo atrás, cuando desde 2007 empezaron a conocerse los primeros efectos de los llamados activos tóxicos (créditos, hipotecas y derivados casi sin respaldo y de alto riesgo). Para el primer semestre de 2008 se hizo evidente que se trataba de un problema financiero de grandes proporciones y con ramificaciones globalizadas que afectaría sensiblemente a la economía estadunidense en primer lugar y al resto de mundo por su interconexión con ésta.

En México, ni la banca (salvo las Afore) ni las empresas parecían tener problemas de afectación por tales activos tóxicos y la preocupación de los analistas se centró en el segundo semestre de 2008, en cómo contrarrestar los efectos del ciclo recesivo de Estados Unidos, y evitar la fuga de capitales.

En múltiples espacios, voces independientes y críticas pidieron (pedimos) en todos los tonos al gobierno reconocer la magnitud de la crisis vecina y actuar en consecuencia, proponiendo al respecto diversas medidas para contrarrestar en lo inmediato los impactos negativos, así como cambios de fondo para reordenar estructuralmente la economía, pues ahí está su verdadera vulnerabilidad.

Al correr de las semanas y los meses, las respuestas del gobierno ante la crisis han sido –como en todo el periodo de autismo neoliberal– pusilánimes, insuficientes, ineficientes, y desfasadas, dando como resultado un escenario generalizado de expectativas depresivas que actualmente todos, salvo el gobierno, parecen ver:

Los últimos pronósticos

• A la fecha, la expectativa para la economía es que el PIB decrecerá este año -1.2% (Gráfico 1).

• El empleo formal (asegurados en el IMSS) perderá -201 mil plazas en 2009 (Gráfico 2).

• La inflación (INPC) se ubicará en 4.1%.

• El déficit comercial externo llegará a 21 mil 583 millones de dólares (Gráfico 3).

• El déficit en cuenta corriente ascenderá de 16 mil 465 millones de dólares en 2008 a -21 mil 768 millones en 2009 (Gráico 4).

• El ingreso de inversión extranjera directa (IED), al contrario, bajará de 18 mil 836 millones de dólares en 2008 a 15 mil 548 md en 2009.

• La economía de Estados Unidos se estima decrecerá -1.2% en este año (Gráfico 5).

• Se espera que el tipo de cambio cierre 2009 a 13.50 pesos por dólar (Gráfico 6).

En cuanto a los indicadores de confianza, la caída es muy marcada en:

-El índice del sector privado, que cayó de 92 puntos en agosto de 2008 a 40 puntos el pasado enero (Gráfico 7).

-El Indicador de confianza del productor, que viene en declive desde los 54.7 puntos de noviembre de 2007 a los 34.2 puntos de enero pasado (Gráfico 8).

-Y el índice de confianza del consumidor, que ha bajado de 105.6 puntos en diciembre de 2007 a 81.9 puntos en enero de 2009 (Gráfico 9).

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