Opinión
Ver día anteriorLunes 16 de febrero de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
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TOROS
Un toro de Xajay inolvidable
E

l toro de Xajay cantó un son ranchero depuro estilo mexicano. Canción de dichos añejos y sombreros charros. El toro llevaba un sueño y flotaba haciendo surcos. Tocado estaba con los hierros de la ganadería mexicana. El de Xajay arrancaba a galope y remataba abajo en tablas yl a plaza preludiaba una recia sinfonía. Los belfos del animal echaban humo agitándose como alas. La raza se le sentía en el embestir y el fuelle le trepidaba. Resoplaba al cite del torero y pronto, fijo, humillado y con recorrido obedecía en un franco planear.

El toro, primera reserva, se ensanchaba y crujía a su impulso. El fondo de su casta avivaba sus pitones al acomete al torero Fernando Ochoa en su encastada nobleza. El férreo crujir en su planear parecía una nota musical ¡venga! galopar y galopar arrojando espuma entre los pliegues de la vida y la muerte. Qué transmisión la del toro queretano que le daba emoción a la faena del michoacano Fernando Ochoa. Las vaquillas en las ganaderías lloran la muerte del toro y rezan los cuatro vientos a sus despojos. Tardo en rematar la faena Fernando y sus restos fueron paseados en triunfal arrastre lento y los cabales desangrábamos armonías sobre el fantasma del esplendido toro.

Fernando Ochoa lo toreó mexicanamente al son del toro y absurdamente alargó la faena emborrachado con la embestida de tan espléndido burel y malogró lo que hubiera sido un triunfo apoteósico, terminando; como suele suceder, de dar la impresión de que el toro era un dulcecito bobalicón. Tiene Fernando en su muleta el son del toreo mexicano en su pases largos y templados. Le faltó serenidad para rematar la faena de una estocada en lo alto que tan bien instrumenta.

Todo esto en una tarde aburrida si, las hay, con una lamentable corrida de Montecristo; bureles débiles, rodando por el piso, que no toleraban ni un puyazo. Se salvó Fermín Espínola por un estoconazo. Caliente con el triunfo del primer reserva de Xajay, Migue Ángel Perera regaló un segundo reserva de la misma ganadería, al que en su prisa por triunfar, pasó sin picar y luego no pudo someter la raza y crudeza del toro. Xajay es la ganadería non del campo bravo mexicano.