Martes 17 de febrero de 2009, p. 2
Buenos Aires, 16 de febrero. Restos fósiles hallados en Argentina corresponden a un dinosaurio omnívoro que vivió hace 228 millones de años, al que se considera el ancestro más antiguo de los herbívoros gigantes y un eslabón perdido con los carnívoros.
Se trata de un omnívoro, es decir que comía de todo, que es un eslabón perdido entre los dinosaurios carnívoros y los herbívoros gigantes de cuatro patas
, afirmó Oscar Alcober, director del Museo de Ciencias Naturales de la provincia de San Juan.
Alcober dijo que ésta es una pieza muy importante en el rompecabezas sobre el origen de los dinosaurios
.
Restos encontrados hace tres años
El científico formó parte de la expedición que hace tres años halló los restos en el Parque Ischigualasto-Valle de la Luna, al norte de la capital de San Juan y al noroeste del país, donde se realizaron las investigaciones para determinar su naturaleza.
La noticia fue difundida el lunes por Alcober y Ricardo Martínez, jefe del área paleontológica del museo, otro miembro de aquella expedición, de manera simultánea a su publicación en la revista científica en línea estadunidense Plos One.
“Elegimos difundirlo así para contar con el aval de la comunidad científica. Y elegimos la revista Plos One porque es un medio on line, lo que favorece la democratización de las ciencias”, señaló.
El eslabón perdido fue bautizado Panphagia protos y se trata del nexo primitivo entre los bípedos carnívoros y los gigantes herbívoros de cuatro patas, denominados saurópodos, que vivieron en los periodos jurásico y cretásico de la era mesozoica.
“Panphagia significa en griego que come de todo, y protos, el primero”, explicó.
A diferencia de sus sucesores, el Panphagia tenía metro y medio de largo y 30 centímetros de alto, y una dentadura adaptada para alimentarse de carne y de vegetales.