La existencia de grupos musicales como el dueto Sondos, conformado por las arpistas Mercedes Gómez y Janet Paulus, demuestra que el quehacer musical en México transita por una etapa afortunada, a pesar de la catástrofe de la política y los bribones que la pueblan, afirmó el compositor Mario Lavista durante la presentación del reciente disco compacto de las artistas.

En una velada realizada la noche del martes en el Aula Magna del Centro Nacional de las Artes, el reconocido músico consideró que en el arte las cosas son diferentes ante el sombrío panorama económico.

Explicó que Sondos es heredero de esa suerte de renacimiento camerístico que se vive en la actualidad: el entusiasmo de Mercedes y Janet ha hecho que se incremente de manera significativa el repertorio para arpa, lo cual nos hace sentir a los compositores sumamente afortunados, pues tenemos en ellas excelencia en técnica e interpretación.

El nuevo disco compacto del dueto se titula Arpero, y desempolva algunas piezas originalmente escritas para ese instrumento, como Tierra mestiza, compuesta por Gerardo Tamez en 1976, cuando formaba parte del grupo Los Folkloristas, o Armónico simple, de Carlos Plaza.

Más que un negocio, un capricho

Pero también hay una segunda vía por la que Sondos ha nutrido el repertorio para arpa: el encargo de obras, algo que ha contado con la total disponibilidad de los compositores, incluso Lavista, de quien grabaron Cante; también incluye piezas como Músicas menores, de José Enrique Guzmán

Durante la presentación de Arpero, el director del Conservatorio Nacional de Música, Ricardo Miranda, detalló que sin la mercadotecnia nadie se hace rico por grabar un disco; ante tal panorama, las producciones independientes con repertorio no comercial son un capricho.

Por tal motivo, enfatizó: “un disco como Arpero demuestra que la quimera del arpa es viable”. La música de Sondos es como un viaje a una isla feliz, donde el instrumento no ha perdido ninguna vigencia.

Miranda definió a Gómez y a Paulus como sirenas hechiceras que hacen creer a quien llega a visitarlas en las bondades de sus naves sonoras que los sueños musicales son posibles.

Janet Paulus y Mercedes Gómez fundaron el dueto de arpas Sondos en 1999, un par de décadas después de constante trabajo profesional como solistas o como integrantes de otros ensambles de cámara, además de ser maestras y ejecutantes de orquesta en varios países.

Su repertorio, como bien señaló Lavista, abarca desde música original de todas las épocas para dos arpas, hasta transcripciones para dúo, de obras originalmente escritas para otros instrumentos, con especial interés en aventuras interdisciplinarias de toda índole y en creaciones latinoamericanas contemporáneas.

Su primer disco, Almíbar, surgió en 2000, e incluye transcripciones propias de música mexicana del siglo XIX, programa con el que representaron a México en el Congreso Mundial de Arpa de 2002, en Ginebra, Suiza.

En ese mismo año iniciaron presentaciones junto con las actrices Julieta Ortiz y Leticia Cavazos en el espectáculo ¡Cuánta cuerda! Viaje por la historia del arpa, recital didáctico para niños.

En enero y febrero de 2003, el dúo estrenó, junto con la actriz Aracelia Guerrero, Niñas de la guerra, obra de teatro de la dramaturga y directora Berta Hiriart, que incluye composiciones del siglo XX y que fue comisionado por el Festival Música y Escena, también para público infantil.

El disco Arpero contó con el apoyo en la producción de la asociación cultural Xquenda, que encabeza la cantante Susana Harp con el fin de impulsar diversas manifestaciones culturales del país.