Una alianza entre los partidos de la Revolución Democrática (PRD), del Trabajo (PT) y Convergencia para contender en elecciones locales, estatales e incluso federales tiene escasas posibilidades de concretarse, debido a las diferencias que persisten entre los líderes de esas fuerzas políticas.

Aunque oficialmente no se registraron para contender en coalición, surgieron propuestas e incluso negociaciones para una unión de facto, pero los acuerdos respectivos se encuentran en la cuerda floja.

En Michoacán, Veracruz, Morelos, Tlaxcala, Guanajuato, Puebla y San Luis Potosí ya fue prácticamente descartada la posibilidad de que agruparan sus fuerzas para la elección federal.

En Guerrero, este fin de semana será aplicada una encuesta para que el perredismo y los partidos integrantes de la coalición Salvemos a México, apoyada por Andrés Manuel López Obrador, determinen si aceptan la alianza.

PT y Convergencia solicitaron al sol azteca no registrar candidatos en tres distritos de Guerrero, lo cual fue rechazado por integrantes del comité ejecutivo que encabeza Jesús Ortega, dirigente de Nueva Izquierda (NI).

Lo anterior, porque por un lado integrantes de NI afirman que las alianzas, especialmente en la forma en que se plantea en Guerrero, llevarían al perredismo a la marginalidad. De ahí que el sol azteca quiera contender solo aun cuando reconoce el riesgo de retroceder o perder.

El PRD es un partido nacional, no una federación de partidos, aseveró uno de los integrantes de Nueva Izquierda durante la reciente sesión de la Comisión Política Nacional.

Se lo dije

Hortensia Aragón, secretaria general del partido del sol azteca, declaró en entrevista: se lo dije a (Alberto) Anaya (presidente del PT): vas a buscarnos y, para entonces, ya no se va a poder (concretar la alianza). No es que nos rajemos, sino que no podemos ir con las condiciones que nos quieren imponer.

Mientras, integrantes de Izquierda Unida advierten que si no van juntos en Guerrero será una forma de que el PRD termine cediendo espacios al PRI porque la elección del año pasado demostró que la izquierda dividida pierde frente al tricolor.

Aunque habrá algunas alianzas en el estado de México y se negocian esquemas similares en otras estidades, sólo serán en distritos locales.

En el caso de Guerrero, Dolores Padierna, de Izquierda Democrática Nacional (perteneciente a IU), advierte: demostré con datos que en las elecciones de 2007 y 2008 Guadalupe Acosta Naranjo impidió la alianza del FAP, y el único que ganó fue el PRI.

Ahora, agregó, si Ortega no quiere desfondar al PRD, debe escuchar a la militancia. Los chuchos (como se identifica a los de NI) continúan en la línea de desactivar el efecto López Obrador, postura que en lugar de debilitar al movimiento que éste lidera, fortalece a la derecha y al PRI, aseveró.