Guadalajara, Jal., 26 de febrero. Entre gritos de ¡cómplice!, ¡en Jalisco hay tortura!, y cartulinas con frases como ¿y el caso Néstor Alan? (Rodríguez, niño que murió en 2007 en un percance automovilístico provocado por un hijo de Fernando Arias, ex vocero del gobierno estatal), el presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco (CEDHJ), Felipe de Jesús Álvarez Cibrián, presentó su segundo informe de actividades, en el cual presumió que durante su gestión las autoridades estatales han aceptado 31 de 34 recomendaciones.

Existe mayor credibilidad en la institución, aseguró Álvarez Cibrián mientras miembros de organismos no gubernamentales lo abucheaban.

El ombudsman indicó que la CEDHJ recibió en los 12 meses recientes 10 mil 415 quejas, un aumento de 300 por ciento en relación con 2007. Mil 21 siguen en trámite; en 442 hubo conciliación; 255 se enviaron a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y 853 se resolvieron por otros procedimientos.

En este periodo se dio un importante paso: hemos logrado abatir el rezago de 2003, 2004 y 2005; sólo quedan por resolver 22 quejas de 2006, y 240 de 2007. En total son mil 283 los expedientes en integración, incluidos los de 2008, detalló. Destacó que la Procuraduría de Jalisco sigue siendo la dependencia con mayor número de quejas, con 669 el año pasado.

Las denuncias más recurrentes contra la procuraduría son detención arbitraria, lesión o maltrato, intimidación, robo, allanamiento de morada y cateos ilegales.

Sin embargo, disminuyeron las quejas en general; las de tortura bajaron de 82 en 2007 a 14 en 2008, la cifra más baja en los últimos ocho años, dijo.

Mencionó que siguen en trámite las 6 mil 549 quejas por los donativos de recursos públicos que hizo el gobernador Emilio González Márquez a la Fundación Pro Construcción del Santuario de los Mártires, y las 405 presentadas por las injurias que profirió el gobernador contra los críticos de la llamada macrolimosna.