Tercera intervención del Estado en sólo tres meses para rescatar a Citigroup
Las autoridades se preparan para apoyar a otros 100 bancos que podrían fallar
este año
Sábado 28 de febrero de 2009, p. 19
Nueva York, 27 de febrero. Las oficinas ejecutivas de Citigroup en Park Avenue temblaron hoy, cuando este icono del libre mercado a escala mundial tiene ahora como dueño de más de un tercio de sus acciones al gobierno de Estados Unidos.
El gobierno federal se está preparando ante la posibilidad de que otros 100 bancos estadunidenses pudieran fallar durante 2009.
La administración de Barack Obama anunció este viernes que incrementará su participación de ocho a 36 por ciento en Citigroup, convirtiéndose por mucho en el dueño individual más grande del banco. Esto representa una de las acciones más audaces del gobierno federal hasta la fecha para intentar rescatar lo que se considera una empresa financiera demasiado grande para dejarla fracasar
.
Es la tercera intervención del gobierno en Citigroup en los últimos tres meses, y analistas consideran que probablemente no será la última.
Como parte del acuerdo, el actual ejecutivo en jefe de Citigroup permanecerá en su puesto, pero habrá nuevos directores independientes en su junta ejecutiva. El banco acaba de informar que sus pérdidas en 2008 ascendieron a casi 28 mil millones de dólares, lo que representa una de las más grandes en la historia de la empresa.
La transacción implica que el Departamento del Tesoro convertirá su inversión de 25 mil millones de acciones preferentes en comunes.
Después de inyectar 45 mil millones de dólares en total al banco, el gobierno federal se convierte así en el principal accionista, pero tanto el gobierno de Barack Obama como los banqueros han buscado a toda costa evitar mencionar la palabra nacionalización
. Sin embargo, aunque el acuerdo de hoy no implica una inversión federal adicional en la institución de crédito, muchos analistas advierten que es casi seguro que se tendrán que emplear más fondos para estabilizar éste y otros bancos en medio de una de las crisis más severas en décadas.
Este modelo podría ser aplicado a otros grandes grupos financieros, como Bank of America, que también está en apuros, señalaron expertos, pero el problema es que al evitar la nacionalización completa de estas instituciones los apoyos no resuelven problemas fundamentales, como los instrumentos financieros tóxicos
que están paralizando a las firmas financieras.
Ben Bernanke, jefe de la Reserva Federal, entre otros altos funcionarios del gobierno, descarta la nacionalización como opción, pero otros indican que eso ya se hace con bancos medianos y pequeños que han fracasado en tiempos recientes.
De hecho, la Corporación de Seguro Federal de Depósito (FDIC, por sus siglas en inglés), agencia gubernamental que garantiza depósitos en bancos, anunció que cobrará más para recaudar los 27 mil millones de dólares para su fondo de seguro, ante la creciente ola de fracasos de las instituciones financieras.
La FDIC asegura depósitos en 8 mil 300 bancos del país, y ahora calcula que perderá 80 mil millones entre 2008 y 2013 como resultado de fracasos bancarios –el doble que pronosticaba hace sólo unos pocos meses. Esta semana la FDIC anunció que hay 252 bancos en su lista de vigilancia
de instituciones en apuros, y por tanto analistas del la industria pronostican que habrá al menos 100 bancos en quiebra en 2009, reportó el New York Times. Unos 14 ya han fracasado este año, mientras un total de 25 quebraron en 2008, comparado con sólo tres en 2007.
¿Todo esto implica que el pueblo ahora es el principal dueño de uno de los bancos más grandes del planeta y de cientos de banquitos?