Bagdad, 5 de marzo. Por lo menos 21 personas perdieron la vida este jueves en Irak, de ellas 12 civiles, al estallar un coche bomba en un mercado de ganado de la localidad de Hamsa al Gharbi, en la sureña provincia de Babil, que también dejó 60 heridos.

Otras seis personas, entre ellas dos policías, perdieron la vida al explotar una bomba ubicada junto a una patrulla de la policía en Mosul, en el norte de Irak, donde también fallecieron otros dos civiles al estallar un artefacto que tenía como objetivo un vehículo de las fuerzas de seguridad.

En Bagdad fue muerto a tiros un oficial del Ministerio del Interior, mientras que en la provincia de Anbar, al oeste de esta capital, fue abatido el líder militar en Irak de la red fundamentalista Al Qaeda, conocido como Abu Ansar.

Anbar fue un bastión de la insurgencia iraquí hasta que las fuerzas estadunidenses crearon los llamados Consejos del Despertar, milicias formadas por tribus sunitas para reforzar la lucha contra Al Qaeda.

En otro frente de conflicto en la región, el embajador de Estados Unidos en Kabul, Christopher Dell, aseguró que Pakistán representa ahora un problema más importante que Afganistán.

En entrevista publicada hoy por el diario británico The Guardian, pero concedida poco antes del atentado perpetrado el martes anterior en Lahore contra el equipo de crícket de Sri Lanka, que mató a seis policías y a dos civiles paquistaníes, Dell aseguró que Pakistán ha hecho del islamismo radical una parte de su vida política y, al parecer, ahora es un elemento profundamente arraigado en su cultura política.

Sobre la situación en la región tribal en la frontera paquistano-afgana, donde están establecidos los islamitas radicales, el diplomático consideró que no hay una solución milagrosa.

Advirtió, asimismo, que el envío de refuerzos militares a Afganistán provocará un aumento de los combates. Estamos a punto de patear un hormiguero, ejemplificó Dell.