El grupo parlamentario del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la Cámara de Diputados presentó una iniciativa de reforma al Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2009, con el objetivo de disminuir 10 por ciento los salarios de los altos funcionarios de los tres poderes de la Unión y los entes autónomos.

El texto, que cuenta con el respaldo de un sector del Partido Revolucionario Institucional (PRI), de la fracción parlamentaria del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), del Partido del Trabajo (PT) y Convergencia, pretende que el Presidente de la República obtenga una percepción máxima de 137 mil 220 pesos, y se ubique como el referente que no podrá ser rebasado por ningún otro emolumento.

Los exagerados sueldos que mantienen muchos servidores públicos, en especial los de mayor jerarquía, siempre han resultado inexplicables en un país con el nivel de desarrollo del nuestro. Pero ahora, cuando muchos compatriotas están perdiendo sus empleos, mantener esos obscenos niveles, o peor, pretender incrementarlos, resulta insultante y ofensivo para la mayoría de los mexicanos, refirió Javier González Garza, coordinador de la bancada del PRD en San Lázaro.

La medida, se dijo, pretende poner un límite legal a los sueldos de los servidores públicos en los tres Poderes de la Unión y en los entes constitucionalmente autónomos, con una disminución de 10 por ciento de por medio, y dar una señal clara a la población de que existe la voluntad de empezar a corregir esa anómala situación.

El argumento de la propuesta se sustenta en que el artículo 21 del Presupuesto de Egresos de la Federación para 2009 ya es un dique a las altas percepciones de los funcionarios públicos. El ordenamiento señala lo siguiente: ningún servidor público de las dependencias y entidades podrá recibir una percepción ordinaria neta mensual superior a la del Presidente de la República.

Tal disposición se complementa con el anexo 16 del PEF, en el que se delimitan las percepciones ordinarias netas mensuales (sueldos y salarios), donde se incluyen los mínimos y máximos que pueden alcanzar los sueldos de los servidores públicos, desde los puestos de enlace hasta el Presidente de la República.

En el párrafo noveno del artículo 94 de la Constitución se garantiza que la remuneración que perciban por sus servicios los ministros de la Suprema Corte, los magistrados de circuito, los jueces de distrito y los consejeros de la Judicatura Federal, así como los magistrados electorales, no podrá ser disminuida durante su encargo.

Tal disposición, que buscaba dotar no sólo de autonomía a los responsables del Poder Judicial sino de seguridad en sus ingresos, ahora se interpreta ventajosamente como la facultad para poder incrementarse los sueldos y prestaciones sin vigilancia de nadie.