Durante los dos últimos años, el número de mexicanos deportados de Estados Unidos aumentó 8.7 por ciento, al pasar de 514 mil 609 en el año 2007 a 559 mil 453 al cierre de 2008.

El nivel de repatriaciones se ha mantenido por arriba del medio millón de paisanos devueltos, desde el sexenio pasado, de acuerdo con datos de la Secretaría de Gobernación.

Ante ello, las autoridades de ambas naciones mantienen convenios para la repatriación ordenada.

No hay cifras precisas acerca del número de extranjeros indocumentados que logran internarse a México, ni de los que, junto con los connacionales, traspasan la frontera norte y logran quedarse en el vecino país.

Entre 2004 y 2007, México registró alrededor de 2 millones de ingresos de extranjeros, incluidos documentados e indocumentados. Sin embargo, va a la baja el nivel de repatriación, expulsión y aseguramiento, principalmente de ciudadanos procedentes de países centroamericanos.

El Instituto Nacional de Migración (INM) puso en marcha ayer la tercera fase del denominado Programa de Repatriación Humana, con el propósito de ofrecerles alimentación, comunicación con familiares, albergue, transporte a sus lugares de origen, atención médica y oportunidades de empleo.

La comisionada del INM, Cecilia Romero, explicó que la apertura de este programa en Sonora se suma a las actividades que realizan autoridades gubernamentales y organismos de la sociedad civil en Baja California y Chihuahua a favor de los migrantes repatriados.

El Programa de Repatriación Humana surgió de un compromiso presidencial emitido en diciembre de 2007.

La primera fase de este mecanismo se puso en marcha en Tijuana, donde se recibe aproximadamente a 40 por ciento del total de repatriados de Estados Unidos. La segunda fase se inició en Ciudad Juárez.