Un policía dio a gatilleros el número de placas, dice la procuradora
Domingo 8 de marzo de 2009, p. 6
Chihuahua, Chih., 7 de marzo. Fueron pistoleros de La Línea –grupo criminal vinculado con el cártel de Juárez– quienes atacaron el convoy del gobernador José Reyes Baeza Terrazas y mataron a su jefe de escoltas, Alejandro Chaparro, aseguró ayer la procuradora general de Justicia de Chihuahua, Patricia González.
César Martínez Valenzuela –comandante de Vialidad y Tránsito de la capital estatal– dio a los gatilleros el número de las placas de un vehículo de la comitiva oficial, y Fernando Raúl Holguín Ayala, El Oso, y Luis Alberto Posadas Ruiz, El Maki, figuran entre los sicarios que abrieron fuego. El primero está detenido y contra los otros dos ya se libraron órdenes de aprensión, aseveró la funcionaria.
En rueda de prensa, Patricia González detalló que la Policía Estatal de Investigaciones tiene un avance sólido en la indagatoria sobre el ataque perpetrado el domingo 22 de febrero, en el que murió uno de los guardaespaldas del mandatario y dos más resultaron lesionados.
Expuso que, debido a información en los teléfonos celulares decomisados, se pudo vincular al pistolero y al ex militar herido en el incidente, Eduardo Hernández Valadez, El Waldo, con el resto de los atacantes que servían a La Línea como espías y sicarios.
El Maki, El Oso y Hernández Valadez participaron en el ataque contra Baeza Terrazas desde el Jetta negro que fue visto en los hechos, y la filiación de otro sujeto también avanza, destacó la procuradora.
Las actividades de los pistoleros
Los cuatro delincuentes y varios integrantes más de La Línea, incluido su jefe, Gustavo Salcido Pizarro, El Tavo –detenido en diciembre pasado–, merodeaban por la capital chihuahuense para supervisar a sus empujadores
de droga, colocar mantas y matar a los rivales de Gente Nueva, grupo criminal ligado con el cártel de Sinaloa que lidera Joaquín Guzmán Loera, cuyo lugarteniente en la zona es Joel Salgueiro.
Patricia González indicó que con la identificación de los pistoleros se pudieron esclarecer otros siete homicidios cometidos en la capital del estado, los cuales se añaden a otras 55 ejecuciones, cuyas pesquisas fueron turnadas a las autoridades federales por estar vinculadas con el crimen organizado.
No descartó que la acción del 22 de febrero fuera un atentado contra el gobernador, pese a que las primeras declaraciones del gatillero detenido apuntan a un tiroteo con los escoltas porque no los dejaban pasar cuando circulaban en estado de ebriedad.
Antes de llegar a datos concluyentes
, la procuraduría dijo el pasado 2 de marzo que indagaba si cuatro sujetos asesinados días antes en un Jetta eran los atacantes del convoy oficial, pero el gobernador descartó la hipótesis y afirmó que hasta ese día lo más importante era la declaración del agresor herido.