La industria textil en México ha sido una de las más afectadas a consecuencia de la crisis, al perder 80 mil empleos en 2008, además de 9 por ciento de las exportaciones, y al pasar en sólo tres años del primer abastecedor al mercado de Estados Unidos al cuarto sitio, indicó David García Cosío, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Textil (Canaintex).

El empresario señaló que la actual crisis ha sido una de las peores para el sector, porque a diferencia de las anteriores se podía voltear a los mercados externos y tener una respuesta, pero ahora esos mercados están muy deprimidos.

Entrevistado al término de la 72 asamblea de la Canaintex, donde fue ratificado como presidente por un año más, García Cosío destacó la necesidad de que la industria textil sea incluida en el programa federal de paros técnicos y apoyos al empleo, al indicar que al cierre de 2008 el sector textil y el del vestido perdieron 80 mil empleos. En 2008, dijo, las exportaciones también disminuyeron 9 por ciento, lo que representó una pérdida de 900 millones de dólares, por lo que ahora el nivel es de poco más de 8 mil millones de dólares. Pese a ello, apuntó, la industria textilera nacional sigue siendo el quinto exportador en el mundo.

No obstante, dijo, se ha perdido competitividad y presencia en el mercado internacional, sobre todo en Estados Unidos, hacia donde se dirige 95 por ciento de las ventas al exterior en este renglón. Indicó que en sólo tres años la industria textil en México pasó del primer lugar al cuarto en el país vecino del norte, ante la presencia de mercados emergentes asiáticos, entre ellos China, India y Pakistán.

“La primera mitad del año va a ser realmente grave, todavía vamos a ver efectos más duros de esta crisis, pero la segunda mitad esperamos un cambio. Nuestra expectativa es que si bien no vamos a registrar crecimiento, por lo menos no tener números negativos.

Si logramos mantener los empleos y el nivel de producción será un gran triunfo, apuntó el representante industrial. Subrayó que la prioridad en estos momentos es recuperar el mercado interno, toda vez que es invadido por la mercancía de contrabando, a tal grado que 56 por ciento de los productos comercializados en el país son de procedencia ilegal.