La Habana. Actualmente el ser humano puede vivir hasta 120 años. La cuestión, señala el médico Emilio Villa Costa, vicedirector ejecutivo del Centro Internacional de Restauración Neurológica (Ciren), no es la longevidad, sino cómo vivir mejor los años que nos tocan.

En ese contexto, evalúa, el Ciren es una opción para aprovechar todas las capacidades del ser humano y obtener una mejor calidad de vida.

Envejecer de la mejor manera es uno de los grandes desafíos de la humanidad. Alcanzar 70, 80, 90 o más años con el mayor control de las capacidades cognitivas y motoras, con una vida activa y productiva, es una preocupación generalizada en un mundo en el que el promedio de edad ha aumentado de forma inusitada.

Así, los científicos del Ciren han dedicado importantes recursos a investigaciones sobre el envejecimiento normal y patológico, creando el Programa de Restauración Biológica General (Rebioger), para retardar los principales signos de la senectud.

El envejecimiento cerebral es un proceso natural y fisiológico caracterizado por la pérdida progresiva de masa encefálica, clínicamente expresada mediante una disminución de todas las funciones y capacidades del sistema nervioso. Las neuronas son las células más viejas del organismo: se nace con ellas y no tienen capacidad de reproducirse, como el resto. Por tanto, el proceso de envejecimiento se expresa con mayor intensidad en el sistema nervioso.

Ese proceso, se explica en la edición más reciente de Artesanos de la vida, publicación del Ciren, es muy susceptible de acelerarse por la influencia de factores externos que pueden incrementar el volumen de la muerte neuronal o precipitar la función de las neuronas. El envejecimiento cerebral normal puede modificarse también por señales genéticas y hormonales que son capaces de aumentar la muerte neuronal.

El programa terapéutico Rebioger basa sus acciones en los nuevos conocimientos acerca del daño celular provocado por radicales libres (estrés oxidativo); contempla la evaluación de las afectaciones neurológicas, cardiovasculares y de tipo general que éste provoca, estimulando su rehabilitación mediante métodos de potenciación intensiva de funciones comprometidas y de tratamiento farmacológico.

Una gran familia

A 20 años de su fundación, las instalaciones del Ciren lucen espléndidas. No hay lujos, pero sí comodidad y, sobre todo, un ambiente que a los pacientes con enfermedades neurológicas y a los supuestamente sanos que se inscriben en el programa de Rebioger les hace olvidar que se encuentran en una clínica.

Hombres y mujeres de los cinco continentes constituyen una gran familia a la que se suman médicos, enfermeras y personal de servicio.

El Programa de Restauración Biológica General está dirigido a personas mayores de 30 años, sanas o supuestamente sanas, con el objetivo de prevenir el envejecimiento prematuro y el tratamiento de manifestaciones intelectuales, afectivas, motoras y sistémicas relacionadas con la madurez y a la senectud.

A las personas que llegan se les practica una evaluación encabezada por un equipo multidisciplinario de médicos especialistas, y de acuerdo con los resultados se diseña un programa terapéutico individual, multifactorial, específico e intensivo, que ejecutará un equipo de expertos.

La evaluación integra las siguientes áreas: laboratorio clínico, clínica y neurológica, neurofisiología, sicología y cognitiva, motora y funcional, cosmetológica, estomatológica y nutricional.

Para los especialistas cubanos el envejecimiento no implica necesariamente una pérdida intelectual, confusión, depresión, alucinaciones o divagaciones.

Todo eso se puede prevenir. Además, es posible tratar los trastornos sensitivos, de la conducta y de la memoria; la fatiga mental, los movimientos involuntarios, los defectos de lenguaje, la disminución de la capacidad física, los dolores crónicos de las articulaciones, de la región cervical, lumbar y dorsal, la disfunción sicosexual, y algunos trastornos motores y del aparato locomotor, entre otras expresiones del envejecimiento.

Representación del Ciren en México: Av. Río Mixcoac #36, Consultorio 1102 (casi esquina con Insurgentes), Col. Del Valle.

Teléfonos: 56-82-91-00 y 56-82-78-72