La Habana, 18 de marzo. El canciller Bruno Rodríguez llamó hoy compañeros a su antecesor, Felipe Pérez Roque, y al ex vicepresidente Carlos Lage; dijo que aún son militantes del Partido Comunista de Cuba (PCC) y afirmó que es suficiente la información oficial difundida sobre la destitución de ambos y de otros altos funcionarios a principios de este mes.

Rodríguez ofreció hoy su primera conferencia de prensa como ministro de Relaciones Exteriores. Lo hizo acompañado del belga Louis Michel, comisario de la Unión Europea (UE) para el Desarrollo y la Ayuda Humanitaria, quien realiza una visita de trabajo.

En respuesta a una pregunta sobre las causas de la destitución de Pérez Roque, Rodríguez recordó la nota oficial del 2 de marzo que reportó el cese de diez altos funcionarios y el artículo de Fidel Castro del día siguiente.

Luego, sin mencionar a Lage, citó también como referencia las cartas de renuncia de dichos compañeros, que fueron publicadas en nuestra prensa.

Conozco que ha habido muchas especulaciones, como siempre ocurre, dijo Rodríguez, quien es miembro del Comité Central del PCC. Puedo decir que ellos siguen militando en nuestro partido y que los documentos, las publicaciones a las que me he referido, contienen información oficial y suficiente.

La nota del 2 de marzo no señalaba causas particulares de los ceses, aunque explicaba el movimiento como parte del plan oficial de reducir la alta burocracia, mejorar su funcionamiento y trabajar por la institucionalidad del gobierno.

Al día siguiente, el artículo de Castro incluyó este párrafo acusatorio contra Lage y Pérez Roque: La miel del poder por el cual no conocieron sacrificio alguno, despertó en ellos ambiciones que los condujeron a un papel indigno. El enemigo externo se llenó de ilusiones con ellos.

Los originales de las renuncias fueron publicadas en la prensa del jueves 5, aunque están fechadas el martes 3, cuando apareció el artículo de Castro. En esas cartas de estructura idéntica, ambos reconocen errores, pero hasta ahora se desconoce cuáles son esas faltas y cómo se manifiestan las acusaciones de Castro.

La declaración de Rodríguez es la primera de un funcionario sobre el asunto. Los medios locales han guardado silencio sobre el caso y hasta ahora sólo se conoce de fuente oficial los textos citados por el canciller: la nota oficial, el artículo de Castro y las renuncias de Lage y Pérez Roque.

Lage fue destituido como secretario del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros (CECM, un gabinete compacto) y Pérez Roque como ministro de Relaciones Exteriores. Luego, el primero renunció a sus cargos de miembro del Comité Central y del Buró Político del PCC, a su asiento de diputado y a sus posiciones como diputado y miembro y vicepresidente del Consejo de Estado.

El ex canciller renunció como integrante del Comité Central, diputado y miembro del Consejo de Estado.

Rodríguez subrayó que, después de esos movimientos, en la política exterior cubana no hay absolutamente ningún cambio, sino la continuidad de la misma línea desde 1959.

Michel, un veterano de las relaciones con Cuba, que ahora es la cara visible de la UE en el trabajo de filigrana que ambas partes ejecutan para normalizar relaciones, confirmó que no existen cambios fundamentales en el trato con la isla.

Hay la misma voluntad de construcción de un capital de confianza, así como la misma buena voluntad, el mismo carácter positivo y el mismo calor cubano clásico. En el fondo no ha habido cambios, dijo el comisario.

En el estilo sí se notó el cambio. Rodríguez es ecuánime y pausado y va directamente al punto de lo que quiere decir. Pérez Roque fácilmente subía el tono de voz, con el perfil de un orador de tribuna, y daba varias vueltas sobre un asunto.

Pero el canciller actual y el anterior se parecen en la capacidad de reacción. Rodríguez corrigió a Michel, al desmentir que Cuba hubiera manifestado disposición para dialogar sobre su sistema penitenciario, como había dicho minutos antes el comisario europeo.

Y aunque Cuba se mantiene abierta a dialogar sobre cualquier tema, incluso el de derechos humanos, no ha expresado ninguna posición sobre hablar de sus cárceles, lo que pertenece al fuero interno de cada país, apuntó el canciller.

Michel vino para participar en una conferencia de cooperación con Cuba, como parte del proceso para remontar el choque abierto en 2003 por la detención masiva de opositores y el fusilamiento de tres secuestradores en la isla.

En mayo trabajará en Bruselas a nivel de cancilleres el mecanismo de diálogo político bilateral, reabierto en octubre pasado. El paquete de cooperación, que Cuba había rechazado en 2003, en medio de la crisis, ahora se eleva a 40 millones de euros (52 millones de dólares).