El desempleo juvenil en América Latina es entre dos y cuatro veces mayor al adulto: OIT
Jueves 19 de marzo de 2009, p. 32
Santiago, 18 de marzo. Desde que terminó la secundaria, Lorena Wenner, de 21 años, ha oscilado entre el subempleo y el desempleo, pero ahora podrá verse beneficiada del subsidio a la contratación de jóvenes de entre 18 y 24 años que se discute en el Parlamento de Chile.
Primero ingresó de auxiliar en un jardín de niños de una prima, donde no le exigían capacitación, pero el sueldo era de 80 mil pesos, casi la mitad del salario mínimo, de 159 mil pesos (265 dólares), por una jornada de ocho horas diarias.
Dejó ese empleo para estudiar una licenciatura en alemán, carrera que no le gustó y que cursó sólo algunos semestres. Luego estuvo varios meses sin empleo hasta que fue contratada como recepcionista en un colegio, donde se repitió la misma historia del jardín de niños.
Buscó mejores perspectivas en una central de llamadas telefónicas; ahí mejoró su salario pero se sentía esclavizada, renunció y de nuevo se quedó varios meses sin empleo hasta que encontró un trabajo de camarera que pretende compatibilizar con los estudios de pedagogía que va a iniciar.
La experiencia de esta joven no es aislada ni en Chile ni en el resto de América Latina. En todos los países de la región, el desempleo juvenil es entre dos y cuatro veces mayor al adulto
, dijo el especialista en políticas de empleo Gerhard Reinecke, de la Oficina Subregional de la Organización Internacional del Trabajo para el Cono Sur.
Explicó que muchos empleos para jóvenes sin experiencia laboral son informales y mal pagados, aunque los profesionales menores de 25 años también tienen dificultades para hallar un trabajo digno.
Entre noviembre y enero, la tasa de desempleo en Chile fue de 8 por ciento. Pero en el tramo de 15 a 24 años ésta se eleva a 20 por ciento, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadísticas.
Ante esto, la idea de un subsidio a la contratación de jóvenes surgió del consejo asesor presidencial sobre trabajo y equidad establecido en 2007 por la presidenta Michelle Bachelet, y fue retomada este año para hacer frente a la crisis económica internacional.
El 12 de marzo, el proyecto fue aprobado por la Cámara de Diputados y pasó al Senado. De aprobarse, la iniciativa beneficiará a jóvenes entre 18 y 24 años que pertenezcan al 40 por ciento más pobre del país y que perciban salarios mensuales inferiores a 360 mil pesos (unos 602 dólares).
Dos tercios del subsidio se pagarán anualmente al trabajador y el tercio restante lo recibirá cada mes el empleador, si ha pagado en la fecha correspondiente las cotizaciones obligatorias de pensión y salud de sus empleados.
Cuando las remuneraciones brutas del trabajador sean iguales o inferiores a 160 mil pesos (267 dólares), el monto mensual del subsidio ascenderá a 30 por ciento de esa suma, cálculo que varía a medida que suben las rentas.
El proyecto podría beneficiar también a estudiantes y madres de entre 18 y 24 años. Además, el gobierno trabaja en el programa de capacitación Jóvenes Bicentenario para complementar el subsidio con apoyo a la formación.