Antananarivo, 18 de marzo. La Alta Corte Constitucional de Madagascar aprobó la designación como presidente del país del ex alcalde capitalino y hasta ahora opositor Andry Rajoelina, quien en su primer discurso prometió el retorno a la vida normal, a la seguridad y, sobre todo, dijo, a la reconciliación nacional, así como hacer todo lo posible para que la población salga de la pobreza.

Ante unos 15 mil partidarios en el centro de esta capital, Rajoelina anunció la celebración de elecciones presidenciales en dos años para establecer una democracia real en el país, mientras celebraba su victoria sobre el ex mandatario Marc Ravalomanana, quien el pasado martes transfirió el poder a un directorio militar.

El ejército, a su vez, entregó ese poder a Rajoelina, quien hoy manifestó que el ex mandatario tendrá que responder ante la justicia por las acusaciones de corrupción y abuso de poder, así como por el presunto uso de mercenarios contra manifestantes en las protestas de las últimas semanas, que dejaron unos 135 muertos.

Pero a partir de su dimisión, Ravalomanana desapareció. Rajoelina declaró que pudo haberse refugiado en una embajada y subrayó su intención de arrestarlo cuando salga, y también precisó que varios ministros sospechosos del gobierno anterior tienen prohibido abandonar el país.

Por ahora los gobiernos extranjeros y las organizaciones internacionales han evitado legitimar el cambio de poder. La legalidad de la situación en Madagascar no es algo que podamos determinar, dijo la portavoz de Naciones Unidas Michele Montas.

Además, el periodo de 24 meses anunciado para la celebración de elecciones en Madagascar fue considerado demasiado largo por Francia, que, de acuerdo con su cancillería, en este tipo de situación excepcional, la comunidad internacional desea ver que la democracia puede ser expresada lo mas rápido posible.

Estados Unidos, en tanto, ordenó a su personal no esencial y a sus familiares salir de Madagascar y emitió una nueva advertencia a los viajeros contra los crecientes disturbios civiles y la inestabilidad de la situación.