El ingreso per cápita de los trabajadores de Estados Unidos, México y Canadá se desplomó por la crisis y también se han visto golpeadas las prestaciones sociales. Además, se prevé que en los próximos meses se presente un aumento en la tasa de desocupación y hay riesgo de que se desdibuje la contratación colectiva y se afecten más los derechos laborales por la situación económica, advirtieron ayer las dirigencias sindicales del sector energético de los tres países.

En conferencia de prensa, los dirigentes la Unión de Sindicatos de la Energía de Estados Unidos, Karl Woods; el presidente de la Unión de Sindicatos de Comunicaciones y Sector de la Energía de Canadá, Dave Coles, y el secretario general del Sindicato Unico de Trabajadores de la Industria Nuclear de México, Arturo Delfín, dieron a conocer el pronunciamiento firmado durante el tercer Encuentro de Trabajadores de la Energía de Norteamérica, en el cual sostienen que los tres países sufren problemas en sus esfuerzos por enfrentar los efectos de la crisis económica global; padecen, además de desempleo masivo, la criminalización de la protesta social, la destrucción de fuerzas productivas, el deterioro del medio ambiente, la explotación irracional de recursos energéticos, la privatización y el desmantelamiento de programas y servicios sociales.

Advierten que los trabajadores del sector energético estamos recibiendo los golpes frontales, con la reducción de derechos y la pérdida de apoyos sociales, por lo que llaman a buscar estrategias y acciones comunes para enfrentar estos retos.

En el resolutivo, proponen exigir la renegociación del Tratado de Libre Comercio, luchar por reformas laborales democráticas y contra las propuestas neoliberales, y hacer presión internacional para que los gobiernos respeten los derechos laborales.