El Distrito Federal se convirtió ayer en un gran estacionamiento. La marcha de autotransportistas en demanda del congelamiento del precio del diesel y la derogación del impuesto especial a tasa única (IETU) obligó a muchos automovilistas a dejar sus vehículos en la vía pública, pensión o centro comercial que encontraron a su paso, para llegar a tiempo a su trabajo.

En varios de los casos no fue posible, debido a la saturación que registraban algunas de las estaciones de las líneas 1, 2, 3 y 7 del Metro, sobre todo las de correspondencia, donde elementos de la policía auxiliar dosificaban la entrada de usuarios; y los taxis y microbuses que circulaban en vías como Paseo de la Reforma, Zaragoza, Marina Nacional, Bucareli, Tlalpan y Constituyentes, entre otras, fueron insuficientes.

Así, pudieron observarse decenas de personas corriendo, trotando o caminando rápido, para evitar los regresaran a su casa y les descontaran el día. Ya ni la chingan, toman las calles y hasta los apapachan, con seguridad y cortes viales. Y a nosotros que nos lleve la tristeza, comentaron algunas empleadas bancarias del Centro Histórico, que se encontraron en el camino y aprovecharon sus chanclas viejas para correr y checar a tiempo. Cuando entremos nos cambiamos los zapatos, decían, mientras el sudor perlaba su frente.

Como ellas fue posible observar algunos padres de familia que haciendo gala de su condición física echaron a correr con mochila, lonchera e hijo al hombro, para evitar que la chicharra les ganara y no dejaran entrar a sus pequeños a la escuela. Carajo, por qué las autoridades federales no pueden resolver una situación como ésta, con todo el dinero que invierten erróneamente en programas que no funcionan, comentaron usuarios del transporte público, mientras buscaban subirse o colgarse de alguno de los microbuses que pasaban llenos.

Estas imágenes se multiplicaron a lo largo del día, principalmente en los alrededores del Zócalo y las secretarías de Hacienda y Gobernación, pues las unidades de transporte de carga y de pasajeros se fueron concentrando en la Plaza de la Constitución, en espera de que los gobernadores y el jefe de Gobierno se pronuncien en favor de sus demandas y evitar que esta movilización se repita en los siguientes días, señaló Jesús Padilla, integrante de la Alianza Nacional de Transporte Multimodal.

Desde las 5 horas, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) desplegó un dispositivo de vialidad y vigilancia, conformado por mil 500 elementos, en los diferentes accesos carreteros por donde los transportes foráneos arriban a la ciudad: las autopistas México-Toluca, México-Querétaro, México-Pachuca, México-Texcoco, México-Puebla y México-Acapulco, que incluyó la realización de cortes viales, informó el subsecretario de Control de Tránsito, Alfredo Hernández García.

Sin embargo, antes del mediodía el centro de la ciudad se encontraba bloqueado, por casi todos sus accesos, y la Plaza de la Constitución estaba ocupada casi en su totalidad, por lo que también quedaron obstruidos sus accesos por calles aledañas, como Francisco I. Madero y 20 de Noviembre. Este nudo extendió el caos vial hasta Eje Central y avenida Juárez.

Las afectaciones se presentaron principalmente en Constituyentes, Paseo de la Reforma, Bucareli, Periférico y Marina Nacional, aunque antes de las 14 horas el tráfico empezó a fluir, no así en las inmediaciones de la residencia oficial de Los Pinos, donde los manifestantes realizaron un mitin en calzada Chivatito, precisó la dependencia, al señalar que dichas vialidades fueron bloqueadas por alrededor de mil manifestantes.