Miércoles 25 de marzo de 2009, p. 20
El predominio de la propiedad social en el campo mexicano se ha convertido en una circunstancia que limita el crédito en el agro, aseguró Manuel Molano, director adjunto del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), quien apuntó que ya naciones como Cuba y China están optando por regímenes de tenencia de la tierra muy parecidos a la propiedad privada, pero nosotros seguimos aferrados a nuestro esquema de propiedad social, que no permite que despegue el crédito al campo
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Entrevistado durante el noveno Foro de Expectativas del Sector Agroalimentario y Pesquero 2009, Molano detalló que también han optado por estos esquemas de propiedad naciones como Checoslovaquia y Hungría, y remarcó que la dificultad es que la propiedad ejidal no se puede dar en garantía en caso de solicitar financiamiento.
Usualmente, el financiamiento al campo está limitado por la cantidad de fondos que puede poner el gobierno para las garantías, y en otros países no es así, porque la tierra sí sirve de garantía para los créditos. En México, más de la mitad de la tierra es de carácter ejidal, y los ejidos son inembargables, imprescriptibles, inalienables; no se puede transmitir la propiedad de los mismos fácilmente. Con la reforma del 92 es jurídicamente posible y existe el caminito para que el ejido se convierta en propiedad privada, pero eso no implica que sea un camino fácil o barato.
Según Molano, al ejidatario le cuesta más convertir su tierra a dominio pleno que lo que vale el terreno, y por eso no lo hace (...) Si el notario le puede costar más de lo que vale la hectárea, si la corrupción adentro de los ejidos puede ser más costosa (...) ese individuo nunca va hacer el caminito de hacer lo necesario para que su tierra se convierta en propiedad privada
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