Con el apoyo de becarios del programa Prepa Sí, estudiantes de la UNAM, UAM, IPN, y un ejército de voluntarios, el Gobierno del Distrito Federal emprenderá, por primera vez, una campaña de alfabetización en beneficio de por lo menos 180 mil habitantes que no saben leer ni escribir.

El secretario de Educación, Áxel Didriksson, explicó que a diferencia de otros métodos, como el que practica la SEP o el Yo sí puedo, que promueve el gobierno cubano, el modelo que se establecerá aquí no es estándar, sino múltiple y flexible, que se adecuará a las distintas demandas de las personas analfabetas.

De ahí que, además de desarrollar habilidades para la lectura y la escritura, podrán adquirir otro tipo de conocimiento, como manejo de matemáticas e informática, pues la idea es que puedan incursionar después a estudios de primaria, secundaria, bachillerato y nivel superior, refirió.

Didriksson señaló que, dependiendo de las deficiencias y cualidades de cada persona, se calcula que el proceso de alfabetización podría llevar entre tres y seis meses. La meta, agregó, es que para 2010 no haya en el Distrito Federal ninguna persona analfabeta o que si tiene la voluntad de aprender no tenga algún tipo de conocimiento.

La primera etapa de esta campaña, informó, comenzará en abril con la convocatoria a todos los estudiantes y población en general a participar en los cursos de capacitación, e indicó que se harán uso de los centros de bachillerato a distancia, los centros de transformación educativa, así como de locales o casas que puedan ser prestadas y de los espacios con los que cuentan cada una de las delegaciones para la alfabetización.

Los mayores esfuerzos recaerán en delegaciones como Milpa Alta, Iztapalapa, Gustavo A. Madero, Álvaro Obregón y Tlalpan, donde se encuentra el mayor número de población excluida de la educación, sobre todo indígenas, niños y jóvenes en situación de calle, y adultos mayores.

Áxel Didriksson participó ayer en el foro Por una Educación Indígena para el Distrito Federal, donde un grupo de triquis se levantó para exigir la dotación de mobiliario y material educativo para el Centro de Transformación Educativa habilitado, desde hace un año, en una bodega del Mercado de Artesanías de La Ciudadela.

Armando Alvarado, indígena mazateco, refirió que los 24 estudiantes que integran el grupo se han visto obligados a tomar clases en condiciones paupérrimas, pues a pesar del compromiso de la dependencia capitalina no se les ha entregado ni una caja de gises.

Inclusive, aseguró que, en su caso, tampoco se le ha dado el apoyo económico que se ofrece a quienes fungen como facilitadores o instructores de grupo. Se nos da una ayuda de dos mil o dos mil 500 pesos mensuales, pero nos han dado una cada cuatro meses, reclamó.

Al respecto, Francisco Saucedo, coordinador de los Centros de Transformación Educativa, reconoció que ha habido atrasos tanto en la entrega de mobiliario y material escolar, como en el apoyo económico, por cuestiones burocráticas, ajenas a la Secretaría de Educación, pero que han comenzado a ser resueltas.

De hecho, señaló que ante estos inconvenientes se reunió a los cerca de 400 facilitadores con los que se cuenta en los 60 centros para explicarles esta situación, y todos, salvo el que se encuentra en La Ciudadela, la entendieron, pues el modelo con el que se trabaja es autogestivo y de colaboración, con la idea de que nos apoyemos todos.

Aseguró que los pagos han comenzado a ser finiquitados y el mobiliario –escritorios, sillas, mesas, equipo de cómputo, pizarrón y material escolar– comenzará a distribuirse la próxima semana, tras señalar que en este caso primero se tenía que dar certeza jurídica sobre en quien recaería la responsabilidad del resguardo del equipo.