Hace días arremetió contra directivos por ignorarlo en postulaciones
líderes se apartan de causas por las que lucharon, dice
Domingo 29 de marzo de 2009, p. 28
Cuernavaca, Mor., 28 de marzo. El ex gobernador Sergio Estrada Cajigal Ramírez renunció formalmente al PAN por considerar que los dirigentes estatales se han apartado de las causas por las que lucharon.
En una misiva enviada ayer a Germán Castañón Galaviz, presidente del Comité Ejecutivo Estatal, Cajigal Ramírez dio a conocer su decisión de dejar el partido por el que compitió y obtuvo la alcaldía de Cuernavaca en 1997 y la gubernatura en 2000.
El que fue primer gobernador del PAN en la entidad señala en su carta que regresa a la vida ciudadana, desde donde dará la batalla para que Cuernavaca y Morelos recuperen el brillo y el prestigio nacional perdidos
.
Estrada Cajigal asegura que de ahora en adelante librará la batalla como simple ciudadano, sin apetitos ni pretensiones políticas personales, con el único propósito de ayudar a heredar un mejor Morelos a las nuevas generaciones
.
Desde principios de marzo, decidió asesorar al candidato del PRI a la alcaldía de Cuernavaca, Manuel Martínez Garrigós, quien contenderá con el candidato del PAN, Sergio Álvarez Mata.
En entrevistas de radio, Estrada Cajigal arremetió contra la directiva estatal panista por no tomar en cuenta su experiencia como ex alcalde y ex gobernador dentro del proceso de selección de candidatos a ediles y diputados locales.
Piden sanción contra obispo
Por otra parte, el vocal ejecutivo del Instituto Federal Electoral en el estado, Dagoberto Santos Trigo, solicitó a la Secretaría de Gobernación aplicar sanciones al obispo de Cuernavaca, Florencio Olvera Ochoa, porque violó el artículo 130 de la Constitución General de la República al emitir el llamado Decálogo de pecados electorales, entre los cuales menciona el aborto y la unión entre personas del mismo sexo.
Consideró que el prelado también violó el Código Federal de Procedimientos Electorales al expresar que existen pecados electorales
, con el objeto de influir a los feligreses a no votar por algún partido o candidato, cuando su misión es religiosa.
Aceptó el argumento del obispo de que la presentación del decálogo es un ejercicio de libertad de expresión, pero en su calidad de jerarca católico incurre en violación de la Constitución.