Bogotá, 29 de marzo. Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) anunciaron hoy su renuncia a la exigencia de desmilitarizar un territorio para canjear prisioneros de guerra y proceder al diálogo con el gobierno colombiano, que esta semana rechazó la posibilidad de iniciar pláticas de paz con la guerrilla.

Quisiéramos reiterarles que estamos listos para el canje de prisioneros de guerra y en disposición de no hacer del lugar de diálogo un obstáculo insalvable, privilegiando la libertad de los prisioneros en poder de las partes contendientes, indicó el secretariado del estado mayor central de las FARC en una carta enviada el sábado a la organización civil Colombianos por la Paz, encabezada por la senadora de oposición Piedad Córdoba.

Las FARC, que desde hace varios años ponían como condición al diálogo el despeje militar del lugar del canje de prisioneros, modificaron su planteamiento después de haber liberado en el último año a una docena de militares, policías y políticos, sin pedir nada a cambio.

En la misiva confirmaron que tienen en su poder a 20 uniformados y que actualmente preparan pruebas de supervivencia para enviarlas a sus familiares, pero en esta ocasión insisten en el canje de prisioneros y proponen un intercambio de cadáveres, incluidos los restos de un mayor de la policía que murió en uno de sus campamentos y los de los comandantes insurgentes Raúl Reyes e Iván Ríos, abatidos el año pasado en acciones del ejército gubernamental.

Los dirigentes de las FARC precisaron que por medio de una campaña machacona del gobierno se afirma que los insurgentes tienen en cautiverio a tres mil 800 personas para exigir dinero a cambio, pero afirmaron que después de haber consultado a todas nuestras estructuras político-militares determinaron que sólo tienen a nueve individuos en esas condiciones.

Para poder avanzar en el canje y el diálogo, la dirección de las FARC ratificó como voceros a Pablo Catatumbo, Carlos Antonio Lozada y Fabián Ramírez, y pidió para ellos garantías consignadas en protocolos acordados con nosotros, que definan condiciones de modo, tiempo y lugar, y publicitados con suficiente anticipación.