El débito es por 83 mil 649.1 mdd; Hacienda incluye Pidiregas
Miércoles 1º de abril de 2009, p. 20
Con menos de 24 horas de anticipación al anuncio presidencial de solicitar una nueva línea de crédito al Fondo Monetario Internacional (FMI), de hasta 40 mil millones de dólares, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público informó que el saldo del endeudamiento externo del sector público mexicano tuvo un incremento de 240 por ciento en los dos primeros meses de este año, una vez que 53 mil 329 millones de dólares de recursos contratados a través de los proyectos de infraestructura productiva con impacto diferido en el registro del gasto, mejor conocidos como Pidiregas, han sido reconocidos plenamente como deuda pública.
La mayor parte de la deuda externa generada por los Pidiregas corresponde al endeudamiento fuera de balance de Petróleos Mexicanos (Pemex). Según el informe sobre Las finanzas Públicas y la Deuda Pública
a febrero de 2009, la deuda neta del sector público con reconocimiento de Pidiregas se elevó de 24 mil 319.4 millones de dólares en diciembre de 2008, a 83 mil 649.1 millones de dólares al término de febrero de 2009.
Ese saldo es similar al que tuvo la deuda externa del sector público en 1994, de 85 mil 120.2 millones de dólares, previo al año en que se resintió la segunda mayor caída del producto interno bruto en México durante el siglo XX.
Una vez que se concrete en el convenio respectivo, anunciado con sigilo antes de que el presidente Felipe Calderón Hinojosa reconociera esta posibilidad en Londres, la economía mexicana se engarzará a las disposiciones del Fondo Monetario Internacional por quinta ocasión en los últimos 33 años, para enfrentar desequilibrios relacionados con la demanda de divisas por parte de las empresas privadas, el tipo de cambio y la deuda externa tanto del sector público como del privado.
La solicitud al FMI ascendería a un monto de entre 30 mil y hasta 40 mil millones de dólares, según lo dicho por el presidente Calderón Hinojosa. Pero también se mantiene vigente el ofrecimiento de la Reserva Federal de Estados Unidos de poner a disposición del gobierno mexicano una línea de swaps por hasta 30 mil millones de dólares para enfrentar la demanda de divisas en el país.
Devaluación, fuga de divisas y FMI han sido una constante de las crisis económicas de México.
En 1976, cuando la moneda nacional se devaluó después de 22 años de mantenerse estable en 12.50 pesos por dólar, el Banco de México explicó que ante las crecientes fugas de capital y los desequilibrios fundamentales
era excesivo el endeudamiento externo a que se tenía que recurrir para seguir apoyando el tipo de cambio. Ese año la deuda pública externa ascendía a 19 mil 600.2 millones de dólares.
En 1982, cuando el saldo de la deuda externa del sector público rebasaba los 64 mil 175.1 millones de dólares por la contratación de multimillonarios créditos para fortalecer la industria petrolera, el país vivió una especie de segundo capítulo de la misma historia de devaluación, fuga de divisas, FMI.
En 1987 la historia se repitió. Fuga de divisas, devaluación y FMI. En 1987 México utilizó recursos del Fondo Monetario Internacional por un total de 600 millones de derechos especiales de giro
. La moneda nacional estaba completamente en la lona en aquel llamado sexenio de crecimiento cero
.
Una vez concluida la presidencia encabezada por Carlos Salinas de Gortari y una vez iniciada la de Ernesto Zedillo Ponce de León, al finalizar 1994, los afanes modernizadores de México aterrizaron con una devaluación de los nuevos pesos, fuga de capitales por vía de la creación e impulso oficial a un instrumento idóneo para ello: los Bonos de la Tesorería de la Federación (Tesobonos) y FMI.
Durante 2005 la economía mexicana vivió la segunda mayor crisis del siglo XX, con una caída de menos 6.1 por ciento del producto interno bruto. Pero antes, en marzo de ese año, el directorio del Fondo Monetario Internacional aprobó líneas de crédito por 17 mil 750 millones de dólares, dentro de un amplio paquete de apoyo hasta por casi 50 mil millones en el que participaron el Banco Mundial y el Tesoro de Estados Unidos.
La anunciada por Felipe Calderón será la quinta ocasión en 33 años en que el gobierno de México recurre al FMI en busca de apoyo, precedido de una devaluación de 29 por ciento en el tipo de cambio entre octubre de 2008 y ayer. El triángulo devaluación, fuga de divisas y FMI parece repetirse, pero ahora con un nivel de reserva cercano a 80 mil millones de dólares.