La Haya, 31 de marzo. Los gobiernos de Irán y Estados Unidos sostuvieron hoy en esta ciudad holandesa su primer encuentro en décadas, considerado como corto y prometedor por la secretaria de Estado estadunidense, Hillary Clinton, quien informó que Richard Holbrooke, representante especial de Estados Unidos para Afganistán y Pakistán, y el viceministro del Exterior iraní, Mohamed Mehdi Ahundsadeh, acordaron seguir en contacto.

Clinton participa en la conferencia internacional sobre Afganistán en La Haya, donde declaró a la prensa que Holbrooke y Ahundsadeh sostuvieron un encuentro muy corto y no previsto, pero muy prometedor.

El 20 de marzo el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, propuso al pueblo y los líderes de Irán un nuevo comienzo en la relación bilateral que deje en el pasado tres décadas de tensiones entre ambos países, en un mensaje videograbado que no tiene precedente por su alcance en radio, televisión y sitios de Internet, y por la intención del mandatario de hablar directamente a los iraníes.

Desde el comienzo de la administración demócrata, otros altos funcionarios también han buscado mejorar las relaciones con Irán, país con el que Estados Unidos rompió relaciones en 1980, cinco meses después que la embajada estadunidense fue blanco de ataques de estudiantes, que asaltaron la sede diplomática y tomaron como rehenes a 63 funcionarios durante 444 días.

Además de la ruptura bilateral, Washington impuso sanciones a Teherán e inició una política hostil hacia el gobierno iraní que se radicalizó en los siguientes años y llegó a uno de sus puntos más conflictivos cuando en 2005 ganó las elecciones presidenciales Mahmud Ahmadinejad. Las disputas en los últimos años se han centrado en el programa nuclear iraní que la república islámica asegura es pacífico, pero que según el gobierno estadunidense y sus aliados occidentales tiene fines militares.

La nueva estrategia para Kabul, presentada por Washington en la conferencia, prevé una mayor participación de los países de la región y recibió el amplio apoyo de los 90 Estados presentes en la reunión.

Estados Unidos e Irán coincidieron en la necesidad de luchar contra el tráfico de drogas que gangrena a Afganistán, aunque el delegado iraní criticó el envío de refuerzos militares estadunidenses a la región.