Lieberman descarta cualquier concesión sobre los altos del Golán
Viernes 3 de abril de 2009, p. 32
Jerusalén, 2 de abril. La policía israelí interrogó hoy durante siete horas por sospecha de corrupción al nuevo ministro de Relaciones Exteriores, Avigdor Lieberman, quien un día después de haber tomado posesión de su cargo, descartó el retiro de la meseta del Golán, reclamada por Siria.
Lieberman, que negó haber actuado de forma incorrecta, es sospechoso de recibir sobornos, cometer fraude, blanquear dinero y abuso de confianza
, informó el vocero de la policía Micky Rosenfeeld.
La prensa local señaló que Lieberman, jefe del partido ultraderechista Israel Beitenou, habría recibido importantes sumas de dinero provenientes del extranjero
para financiar sus campañas electorales. Este dinero habría circulado gracias a sociedades ficticias y diferentes cuentas bancarias.
La investigación lleva varios años, pero la policía se abstuvo en las últimas semanas de convocar a Lieberman debido a las negociaciones que adelantaba Benjamin Netanyahu para formar un gobierno después de las lecciones del 10 de febrero.
Reconocido por su retórica antiárabe, Lieberman descartó, en entrevista para el diario israelí Haretz, cualquier concesión sobre los altos del Golán, que Israel conquistó en 1967 y se anexó en 1981. La víspera, tras jurar en el cargo, rechazó la declaración de la conferencia de Annapolis de 2007, que relanzó las negociaciones de paz con los palestinos.
Además, consideró que será difícil progresar en las conversaciones de paz con los palestinos mientras el movimiento de resistencia Hamas controle la franja de Gaza.
El vocero del Departamento de Estado, Robert Wood, aseveró que Estados Unidos ejercerá una fuerte presión para relanzar el proceso de paz y lograr la creación de un Estado palestino, acciones sobre las cuales Francia, Alemania y la Organización de Naciones Unidas reiteraron hoy su apoyo.
A su vez, Egipto, primer país árabe que firmó la paz con Israel, en 1979, calificó de lamentable la posición de Lieberman sobre el proceso de Annapolis, e indicó que constituye un revés para los esfuerzos de paz
regionales.
Mientras, la violencia regresó a Cisjordania luego que un palestino mató con un hacha a un niño israelí de 13 años e hirió a otro de siete en la colonia judía de Bat Ein. El ataque fue reivindicado por varios grupos radicales: Jihad Islámica; el Grupo Mughnie, ala militar del movimiento chiíta libanés Hezbollah, y las Brigadas de los Mártires Al Aqsa, ligado a Fatah, del presidente palestino, Mahmoud Abbas.