Ante la aparición de la influenza A/H1N1 no sólo la Iglesia católica ha tomado precauciones, también en los 60 mil templos cristianos evangélicos del país se han establecido medidas, así como en las misas tradicionales de aquella que alberga el culto a la santa muerte.

Arturo Farela, presidente nacional de la Confraternidad de Iglesias Cristianas Evangélicas (Confraternice) señaló que sólo 30 por ciento de los templos cristianos evangélicos, los cuales tienen una feligresía que oscila entre los 15 y 20 millones de personas, permanecen cerrados.

En los demás se están aplicando estrictas medidas de prevención, expuso Farela, quien explicó que a las celebraciones de culto público todos deben asistir con cubrebocas y se ha reducido el tiempo de la celebración a una hora (en épocas normales dura hasta tres). Apuntó que de endurecerse las medidas, Confraternice las secundaría.

En cuanto a la ministración de la santa cena, en la cual se reparte pan sin levadura y vino a los fieles, está cancelada hasta nuevo aviso.

Aparte, el arzobispo primado de la santa muerte, David Romo Guillén, indicó que no se han suspendido las misas en los cinco templos que posee la iglesia en el país (Distrito Federal, Puebla, Nuevo Laredo, Monterrey y Chetumal), pero sí se están tomando medidas sanitarias.

Todos deben usar tapabocas, la comunión se da en la mano y a la entrada de la iglesia lavamos las manos con alcohol, comentó Romo, quien dijo que si el llamado de la autoridad fuese a no acudir a los templos, acatarían la recomendación.

En tanto, el obispo Felipe Arizmendi Esquivel informó que en las principales ciudades de las diócesis de San Cristóbal de las Casas y de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, las misas dominicales se celebrarán al aire libre, en tanto que en la fronteriza Tapachula fueron canceladas para prevenir posibles contagios.