Torreón, Coah., 3 de mayo. Santos se impuso 3-1 a un débil San Luis y mantiene posibilidades de clasificarse a la liguilla, en el cierre de la fecha 16 del torneo Clausura 2009. Fue una costosa victoria para los Guerreros, que perderán por lesión al ecuatoriano Christian Benítez, quien sufrió dislocación del hombro derecho y fue llevado al hospital.

Afectados tal vez por su juego de media semana en la Copa Libertadores, los Gladiadores opusieron escasa resistencia y además terminaron con nueve elementos, por expulsiones de Óscar Mascorro y Jairo Patiño.

Los de la Comarca Lagunera obtuvieron su quinta victoria del torneo y llegaron a 22 puntos, en el grupo uno, mientras los Tuneros ya perdieron las esperanzas de avanzar, luego de sufrir su séptima derrota y quedarse con 17 unidades, en el cuarto sitio del bloque tres.

Desde el minuto tres el duelo mostró lo que sería en el primer tiempo: un Santos a la ofensiva y un arquero Adrián Martínez en gran nivel, ya que desvió a tiro de esquina en buen lance un tiro de botepronto de Walter Jiménez.

Los Gladiadores trataron de atacar, pero no tuvieron variantes y sólo realizaron disparos Braulio Luna y José Reyes que ni siquiera inquietaron a Oswaldo Sánchez.

Con la necesidad de la victoria, los santistas mantuvieron la tendencia ofensiva y Benítez desbordó por la banda derecha y mando un tiro rasante y cruzado que obligó a Martínez a realizar otra buena intervención.

El guardameta siguió trabajando horas extras y después tuvo una oportuna salida para detener un disparo de Daniel Ludueña, quien había desequilibrado a la zaga potosina con jugada desde la media cancha.

Aunque, además de acertado, Martínez tuvo suerte. Al minuto 14 Benítez desbordó veloz por la izquierda y mandó centro al área chica, donde Matías Vuoso abanicó el esférico; se repuso de su pifia y alcanzó a contrarrematar, pero el portero detuvo con la mano izquierda.

De lo poco que hizo la visita fue al 17, en un balonazo a Víctor Lojero, quien mandó un tirocentro rechazado por la defensa.

La escuadra de Sergio Bueno se mantuvo insistente, aunque perdió profundidad y sólo se acercó en disparos del Lorito Jiménez y Benítez.

A la media hora de juego el árbitro Germán Arredondo determinó un receso para que los jugadores se hidrataran, pero Benítez ya no pudo regresar a la cancha. En una acción con Alfredo González Tahuilán salió resentido del hombro derecho.

Con la salida del ecuatoriano, y el colombiano Darwin Quintero la ofensiva de los Guerreros recayó en el Hachita Ludueña, quien al 37 asumió su papel, y desbordó a Noé Maya y mandó un tiro bombeado que superó al Grande Martínez, pero el esférico pegó en el poste izquierdo.

Apenas al inicio del complemento el gladiador Michael Orozco estuvo cerca de marcar un autogol cuando trató de despejar, pero mandó el balón a la red superior de su propia portería.

En sólo un par de minutos Óscar Mascorro se ganó dos tarjetas amarillas y dejó a su equipo en inferioridad.

Luego Ludueña tuvo una grave falla al 59, cuando recibió pase cerca del área chica, sin marca, pero disparó a las tribunas. Sin embargo, tres minutos después el argentino enmendó su error; desbordó con facilidad a Ignacio Torres y logró el 1-0 con tiro cruzado.

En el complemento, el Toro Vuoso siguió con la mira desviada, pero al 71 realizó una pared de taconcito con Agustín Herrera, quien logró el 2-0 con tiro raso, sin mucha fuerza, pero muy colocado, a la derecha de Martínez.

San Luis trató de regresar al partido en un tiro de volea de José Reyes, pero Oswaldo Sánchez demostró estar atento y desvió en buen lance.

No obstante, el veterano arquero nada pudo hacer un minuto después, en un sólido testarazo de Michael Orozco a un buen centro por la izquierda del colombiano Moreno.

La ilusión visitante sólo duró tres minutos, ya que el Lorito Jiménez sentenció el juego al 85. Vuoso realizó jugada por la izquierda y mandó centro a la altura del manchón penal, donde el argentino llegó y punteó para el 3-1 definitivo.

Al 87 fue expulsado el colombiano Jairo Patiño por varias patadas sobre Herrera, en jugada intrascendente a media cancha.