Bogotá, 5 de mayo. El gobierno colombiano admitió hoy que a finales del año pasado se presentó un nuevo caso de ejecución extrajudicial que compromete a varios militares, y no descartó que en el curso de investigaciones puedan conocerse otros episodios similares.

“Efectivamente este caso sí fue un ‘falso positivo’ y estamos tomando todas las medidas”, declaró el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, al informar del asesinato de un joven a quien el ejército se refirió como guerrillero que mató en un enfrentamiento el pasado 26 de diciembre en el departamento de Córdoba.

El caso de los falsos positivos, como llaman los medios de comunicación colombianos a las ejecuciones de este tipo, han sido denunciados desde hace varios años por organizaciones defensoras de los derechos humanos.

El 30 de octubre pasado el gobierno se vio obligado a destituir a tres generales y otros 27 militares implicados en la muerte de al menos unos 20 jóvenes, que habían desaparecido en forma extraña en un barrio pobre de Bogotá a comienzos del año pasado.

Esas personas fueron sepultadas en el noreste del país, y según los militares eran guerrilleros que habían sido abatidos en combate.

En Caracas, las autoridades venezolanas negaron que el helicóptero militar que el pasado domingo se estrelló y dejó 18 muertos haya sido derribado por la guerrilla colombiana, que opera en esa frontera. La policía dijo que las investigaciones las lleva a cabo la fiscalía militar y en su momento fijará su posición.

En tanto, se informó de la muerte de tres personas y unos siete heridos después de una explosión supuestamente accidental de un artefacto en el interior del comando de la policía de la ciudad colombiana de Valledupar, capital de César.

Apenas el domingo el presidente Álvaro Uribe dirigió en esa ciudad un consejo de seguridad a raíz de la muerte de ocho soldados durante un ataque de guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.