En materia de recursos federales para la salud, la ciudad de México ha resultado la más castigada presupuestalmente, debido a su alta concentración poblacional.

Con base en datos de la Secretaría de Finanzas (SF) de esta capital y del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), al Distrito Federal le corresponderán este año 298 pesos por habitante, del total de recursos que otorgará el Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (FASSA), cuando el promedio nacional es de 548 pesos.

Un estudio basado en cifras oficiales y realizado por Vidal Llerenas, hasta hace poco subsecretario de Egresos de la SF, indica que en el Presupuesto de Egresos para este año se asignaron 48 mil 617 millones de pesos a dicho fondo, el cual se distribuirá entre las 32 entidades del país para que atiendan los requerimientos en esta materia, como son infraestructura médica, personal, equipamiento y poder otorgar servicios a la población abierta, es decir, no derechohabiente del IMSS e ISSSTE.

Los datos precisan que Colima es el estado que más dinero recibirá del FASSA: 5 mil 475.4 millones de pesos, monto que dividido entre su población, 754 mil 730 personas, tendrá ingresos per cápita de 7 mil 255 pesos.

Le siguen Veracruz y Jalisco, que por el presupuesto que recibirán este año del FASSA y por su número de habitantes, tendrán ingresos per cápita de 395 y 409 pesos, respectivamente.

En el cuarto sitio está el Distrito Federal, al cual se prevé entregarle 2 mil 637 millones de pesos, que dividido entre sus 8.7 millones de habitantes, le corresponderán este 2009 alrededor de 300 pesos por habitante, con lo que se ubica en el último lugar de la tabla de distribución per cápita del FASSA.

Vidal Llerenas añade que de 1998 a 2009, el FASSA ha incrementado su presupuesto aproximadamente un 4.7 por ciento, en tanto que el dinero que por este concepto se entrega al DF ha mostrado un aumento de apenas 3.2 por ciento.

Históricamente –dce– el Distrito Federal viene recibiendo pocos recursos de la Federación para sufragar el rubro de salud, y esto no se ha revertido; mientras los otros estados, en promedio, reciben 4.7, nosotros nada más 3.2; esto en contraste con estados como Veracruz, que han crecido en 6.6 por ciento sus ingresos del FASSA”.

–¿Qué tanto afecta a la ciudad de México el que no crezca ese porcentaje del fondo?

–Dificulta mucho el ofrecer servicios de salud efectivos. Además, de todo lo que nos cuesta los servicios de salud en la capital, el gobierno paga, con recursos propios, 63.5 por ciento, en tanto que en promedio los estados pagan 26.55. Es decir, los estados pagan un cuarto y nosotros pagamos tres cuartos.

–¿Se advierten criterios políticos en esa situación?

–Sí hay criterios políticos, porque lo que uno observa es mucha inversión federal en los últimos años en hospitales en otros lados, menos aquí. Lo único que hemos tenido es un hospital en la delegación Álvaro Obregón. Es muy raro que el gobierno federal pague un hospital en la ciudad de México. En cambio, nosotros estamos haciendo dos hospitales con recursos propios: en Tláhuac y el Ajusco Medio. Ha habido mucho dinero para invertir en hospitales en los últimos años, y a nosotros nos ha tocada muy poco.

Reto sanitario

En este contexto, el director de Vigilancia Epidemiológica de la Secretaría de Salud local, José Jesús Trujillo, dijo que pasada la emergencia por el virus de influenza, la explosión demográfica que vive la ciudad de México constituye un reto en materia sanitaria.

Detalló que el asunto está sobre todo en esa población que diariamente transita por ella y que no necesariamente vive aquí, y que de acuerdo con datos del INEGI suman 5 millones de personas.

En suma, añadió, se estima que durante el día alrededor de 15 millones de personas están en movimiento en toda la ciudad.