Las revelaciones hechas por Carlos Ahumada en Derecho de réplica demuestran la podredumbre de la corrupción política del país en todos sus niveles y en todos los partidos, sostuvo ayer en entrevista con La Jornada el penalista José Patiño Hurtado.

El abogado especialista en delitos cometidos por servidores públicos añadió que el empresario puso en evidencia que los personajes mencionados en su libro incurrieron en delitos contra la administración de la justicia, pues por un lado un grupo político extorsionó a Ahumada con fines electorales, mientras que otro en el poder manipuló datos de averiguaciones previas, utilizó las instituciones gubernamentales a su antojo y torció la ley con fines políticos y económicos.

Asimismo, destacó que la Procuraduría General de la República (PGR) está obligada a iniciar de inmediato una investigación de oficio en la que el primer punto debe ser la separación de su puesto del procurador Eduardo Medina Mora, o de lo contrario éste incurrirá en la comisión del delito de encubrimiento por omisión de actuación ministerial.

El también penalista Xavier Olea Peláez, familiarizado con juicios contra funcionarios poderosos, pues defendió a la periodista Lydia Cacho en el litigio que incluyó al gobernador de Puebla, Mario Marín, refirió que basta que cualquier ciudadano acuda a la PGR para presentar una denuncia de hechos derivada de las revelaciones de Ahumada para que el Ministerio Público dé inicio a una averiguación previa.

Respecto de las acusaciones de Ahumada contra su ex abogado Juan Collado, a quien el empresario se refirió como un profesionista sin ética que no tenía la más mínima idea de los principios elementales de derecho penal, Olea Peláez señaló que es lamentable la actuación de este supuesto penalista, pues denigra al gremio.

La penalista Odette Mobarak, ex defensora del líder petrolero Carlos Romero Deschamps, quien libró los cargos por el llamado Pemexgate, apuntó: me queda claro que cada quien tiene el abogado que se merece. Todo cliente debe tener la audacia, inteligencia y sensibilidad necesarias para identificar cuando un abogado carece de ética y de los conocimientos más elementales para llevar un juicio.