Con Indios y Puebla en la liguilla, los grandes
no hacen falta
ndios y Puebla fueron la muestra, una vez más, de lo que ha convertido al futbol en el deporte más popular –y lindo, dirían algunos– del mundo: su sentido democrático.
En la cancha son 11 contra 11
, es una frase que se dice muchas veces. Pero lo cierto es que el balompié cuenta muchas historias épicas, incontables batallas en las que David se ha impuesto a Goliat, varias guerras memorables en las que modestos héroes con botines han superado sus adversidades, y con coraje, lucha, amor propio y por la playera, han hecho añicos todos los pronósticos y le han dado al pueblo la certeza de que en el futbol todo es posible.
Un viento refrescante recorre nuestro panbol, desde Puebla hasta la fronteriza Ciudad Juárez, que ahora es noticia también por lo que están haciendo en la cancha.
Podría llamársele algo así como la rebelión de los modestos. Porque las dos sorpresas de esta liguilla son conjuntos integrados por jugadores prácticamente desechados por otros clubes que se impusieron a estrellas como Sinha, Da Silva, Cristante, Mancilla, Suazo, Baloy, Pérez, a los que les faltó esta vez esa fuerza en las piernas y ese brillo en los ojos que conducen a la victoria.
En el último minuto del último partido del torneo regular, Indios eliminó al Guadalajara y al América. Y ahora, el equipo al que todos daban como seguro descendido echó al monarca Toluca en su propia Bombonera y destruyó sus sueños de bicampeonato, algo que parecía alcanzable por lo realizado durante el torneo regular.
Toluca ahora se queja del arbitraje. Pero olvidan que su último título tuvo la mancha del silbante Roberto García, quien no marcó una flagrante falta en el área de José Cruzalta sobre César Villaluz, quien por cierto parece todavía no reponerse de ese golpe.
Pachuca demostró su amplia superioridad sobre un decepcionante Jaguares, cuadro en el cual El Bofo Bautista sigue en plan de divo, pensando que su indiscutible calidad es suficiente y que no necesita correr. Pero por eso juega aquí y no en Europa.
En Pumas también hay garra. Eso es lo que siempre ha tenido Francisco Palencia y eso fue lo que les faltó a unos timoratos Tecos del supuestamente técnico ofensivo Miguel Herrera. Pero en la Universidad Nacional Autónoma de México no deben echarse las campanas a vuelo, porque ganarle al conjunto de la Universidad Autónoma de Guadalajara en el México 68 fue emotivo, pero estuvo lejos de ser una proeza.
Puebla sentenció su serie en los primeros seis minutos en el estadio Cuauhtémoc y aprovechó las debilidades de un Monterrey que tuvo un buen inicio de campaña, pero se cayó en los últimos juegos del torneo.
Tuzos y Pumas quedan como favoritos, pero a ver quién se atreve a apostar en contra de dos equipos que, como decíamos, representan la raíz del juego y que de llegar a la final podrían hacer comprender a directivas de Chivas, América, Cruz Azul, Tigres, Santos y otros más que en el futbol los pobres también ganan.
Y mientras la liguilla demuestra que los grandes no hacen falta, las Águilas apuestan finalmente por la continuidad y los Cementeros tientan a José Luis Sánchez Solá para ver si el popular Chelís les regresa el alma y el corazón que hace mucho tiempo perdieron. Tiene en su favor que es representado por Carlos Hurtado, a quien se ubica como el promotor de cabecera de los hermanos Álvarez Cuevas.
De destacar en la semana el anuncio hecho por Diego Maradona de que llamará a la albiceleste al tuzo Christian Giménez. Ya había convocado a Federico Vilar, con lo que El Pelusa demuestra que se fija en el talento y no en las fronteras. Y eso lo hace aún más grande.
Igual que en 2001, Javier Aguirre recurrió a Cuauhtémoc Blanco para enmendar el rumbo del Tri. En ese entonces el talento del Temo llevó a la selección al Mundial de Corea-Japón. Ocho años después, la cruda realidad es que se tiene que llamar al veterano porque no hay más.