osé Tomás fuera de los carteles de San Isidro, llegó a Jerez de la Frontera, a encontrarse con un toro de Núñez del Cubillo de encastada nobleza, premiado con la vuelta al ruedo para mostrar porque es la máxima figura del toreo actualmente.
Una vez más el torero madrileño enseñó que la lidia de toros bravos no es otra cosa que tiempo. Lo impalpable, lo misterioso. ¿Y cómo apresar las imágenes de su toreo milagroso? José Tomás más asentado, más relajado, más natural, arrullado por los jerezanos, dictó una cátedra torera que dejó sin habla a esa conocedora afición.
La constatación de que el toreo no se ve, ni se toca, ni se distingue, se siente. Fluye denso e impalpable, en su firme existencia, moviéndose sobre los talones efímeros de lo transitorio. En la misma forma en que se mueve el río, que no se ve ni se toca, ni se distingue, en su firme existencia invisible, pero se siente, moviéndose sobre lo efímero de lo transitorio. Según se desprende de las imágenes enviadas por canales de la televisión española. Así como de las corridas del primer tramo de la feria de San Isidro madrileña. En la que el primer triunfo sonado con salida a hombros, corrió a cargo de Sebastián Castella, quien en ausencia de José Tomás, y el desinflado Morante de la Puebla, en su primera actuación, se perfila para acabar con el cuadro en el serial Isidril. Sebastián en la línea de José Tomás realizó dos faenas, en las que además de la quietud, el valor y el temple que lo caracterizan, mostró una inteligencia torera que le permitirá seguir cosechando triunfos por los ruedos del mundo.
No han podido, los toreros que aspiran a figura, con varias de las corridas celebradas que requerían más oficio, más técnica y mucho más entrega de la mostrada. Esta semana aparecerán en plenitud las figuras que darán pelea a Castella; repetirá Morante y se presentarán El Juli, José María Manzanares El Cid y Alejandro Talavantes, y recibirá la alternativa nuestro paisano El Payo, del que esperamos un triunfo. Por lo pronto, sin actuar en Madrid, José Tomás acaparó la atención de los españoles.