Con la majestuosidad de su arquitectura, iconografía y simbolismo la magna exposición Teotihuacán: Ciudad de los Dioses fue presentada ayer a los representantes de medios de comunicación en el Museo Nacional de Antropología.

La inauguración de la muestra, programada para el pasado día 18, se postergó debido a las medidas adoptadas por la contingencia sanitaria debida al virus de la influenza humana.

La muestra comprende 430 piezas prehispánicas y ocupa 18 salas temáticas; contará con audiovisuales y avanzada tecnología, como el uso de blue tooth, al que pueden acceder los visitantes.

Después de montarse en la Nave Lewis, del Parque Fundidora de Monterrey, la muestra permanecerá hasta agosto en el recinto de Reforma y Gandhi.

Para su estancia en recintos europeos cambiará de nombre: Arte y esplendor teotihuacano.

Se espera que a la apertura –prevista para el día 29– asista el presidente Felipe Calderón.

Al término del recorrido, los integrantes de la delegación sindical del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), encabezados por el historiador Cuauhtémoc Velasco y el abogado Irving Espinoza, hablaron sobre la denuncia que interpusieron ante el representante de la UNESCO en México, por el daño causado a las pirámides de Teotihuacán para el montaje multimedia Resplandor teotihuacano, como informamos ya ayer en estas páginas.

Con esta magna exposición, los funcionarios pretenden demostrar y exaltar la importancia de la zona arqueológica de Teotihuacán al presentarla como la urbe más poderosa e influyente de la época, dijeron los investigadores.

Ello se contrapone, explicaron, cuando el supuesto reconocimiento exhibe su incogruencia luego de permitir la instalación de lámparas y cables en cada uno de los cuerpos de las pirámides del Sol y de la Luna, y con el uso de ambos monumentos para un espectáculo comercial.