Salvador de Bahía, 26 de mayo. Los presidentes de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, y de Venezuela, Hugo Chávez, se reunieron hoy para discutir una agenda centrada en la cooperación bilateral y programas de ayuda social, pero no lograron ponerse de acuerdo en la construcción de una refinería entre las petroleras estatales de ambos países.

En una rueda de prensa, los dos mandatarios anunciaron su decisión de prolongar por 90 días más las negociaciones entre la petrolera estatal venezolana PDVSA y su similar brasileña Petrobras, en torno al proyecto de refinería binacional Abreu e Lima, en el estado de Pernambuco.

Según la edición electrónica del diario O Globo, un fallo en el sistema de audio permitió a reporteros enterarse de los principales obstáculos a un acuerdo entre las dos empresas, que se refieren al precio del crudo a ser producido por la refinería, al costo de la inversión y a la forma de comercializar la producción de la planta.

Confieso que estoy frustrado. Es lamentable. No fuimos capaces de cerrar el acuerdo, afirmó el mandatario venezolano, sin ocultar su decepción.

Chávez dejó en claro que no pretende vender a Petrobras el crudo venezolano a un precio más bajo que el vigente en el mercado. No podemos conceder a Petrobras un precio diferenciado. El precio tiene que ser el de mercado. Así funciona en todo el mundo. Así funciona en Cuba, en Estados Unidos y en Rusia, apuntó.

Menos tenso, Lula da Silva expresó su confianza en que los dos países encontrarán un terreno común para permitir la participación de PDVSA en el proyecto, y afirmó en tono de broma que, si su ministra del Gabinete Civil, Dilma Rousseff, gana los comicios presidenciales de 2010, él asumirá el comando de Petrobras para concretar el acuerdo.

No obstante, en su sexto encuentro trimestral Chávez y Lula firmaron otros acuerdos sobre construcción de viviendas, cooperación tecnológica e industria petroquímica, entre otros. Además, el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social liberará créditos por 4 mil 300 millones de dólares para financiar proyectos de infraestructura en Venezuela, que realizarán empresas brasileñas.

Chávez, que también debatió el ingreso de Venezuela al Mercosur –frenado por la demora de los Congresos de Brasil y Paraguay en ratificar el protocolo de adhesión–, resaltó que Sudamérica está un paso adelante con respecto a la crisis del capitalismo.

Por lo demás, el mandatario venezolano afirmó que su gobierno posee recursos para continuar adelante con el programa de nacionalizaciones de empresas. Aseguró que estas inversiones son rentables y seguirán su marcha, y de momento representan 10 mil millones de dólares que se iban de Venezuela todos los años, y que ahora se quedan en el país.