Texcoco, Méx., 26 de mayo. Conductores de la línea de autobuses Valle de México y los de la ruta 94, que disputan una base en el centro de Texcoco, se enfrentaron a golpes con saldo de al menos 15 lesionados y 30 unidades de transporte público destrozadas, cuatro de ellas volcadas y dos quemadas.

El zipizape duró casi dos horas, al cabo de las cuales llegaron unos mil granaderos, quienes dispersaron a los rijosos y acordonaron varias calles.

La Agencia de Seguridad Estatal (ASE) informó que los choferes comenzaron a discutir debido a que ambas rutas reclaman la base de camiones localizada entre las calles Leandro Valle y Bravo, paralelas a la catedral de Texcoco.

Los ánimos se encendieron. Los choferes comenzaron a lanzarse palos y piedras y unas 400 personas se sumaron a la refiega. Los choferes de la ruta Valle de México arremetieron contra decenas de unidades de la ruta 94 estacionadas en el paradero.

En el centro del municipio quedaron 11 combis destrozadas. Los choferes también golpearon con palos y piedras algunos vehículos particulares estacionados. Decenas de comercios cerraron. La pelea se extendió y provocó daños a otros vehículos. En total, unas 30 camionetas resultaron afectadas.

Comerciantes y vecinos relataron que la calle Leandro Valle parecía campo de batalla: decenas de choferes iban sangrando y sus compañeros los sacaban en vehículos.

La policía reportó que siete de los 15 lesionados requirieron hospitalización.

La agente del Ministerio Público Jazmín Infante Espinoza, inició la averiguación previa TEX/AMOD/I/1158/09 contra quien o quienes resulten responsable de lesiones y daños en propiedad privada.

Edmundo Ranero Barrera, director general de la Secretaría de Transporte mexiquense para la zona oriente, informó que iniciará el procedimiento para revocar la concesión de ambas rutas y ya están en marcha las averiguaciones penales.

Choferes de la Ruta 94 denunciaron que las autoridades de transporte del estado han actuado complacientemente con la línea Valle de México, la cual utiliza la base a pesar de que no tiene autorización.

El alcalde de Texcoco, el perredista Alberto Martínez Miranda, anunció que mientras los transportistas dirimen sus diferencias, vehículos del ayuntamiento ofrecerán servicio entre este municipio y Coatlinchan.

Asimismo solicitó la presencia permanente de la ASE para evitar nuevos disturbios, responsabilizó del conflicto a las autoridades estatales y las llamó a ordenar el transporte en la localidad.

La causa de fondo de la disputa es el exceso de transporte: la red está conformada por mil 643 autobuses suburbanos concesionados, 300 combis, 663 taxis y decenas de camiones foráneos.

Las casi 3 mil unidades pertenecen a 20 líneas o rutas que operan 71 bases y 12 terminales. La mayoría de las unidades hacen base en la vía pública y carecen de una central, pese a que sucesivas administraciones estatales y municipales han prometido construir una desde hace 15 años.

El 4 de agosto pasado el gobernador Enrique Peña Nieto se comprometió a construir la central camionera regional de Texcoco, que concentraría las siete terminales localizadas en el centro de la ciudad. Incluso dijo que el gobierno estatal estaba en pláticas con empresarios, pero no hay avances.