Al rendir su informe anual ante la asamblea de accionistas de Demos, Desarrollo de Medios, SA de CV, empresa editora de este diario, su directora general, Carmen Lira Saade, expresó que a pesar de las gravísimas circunstancias por las que atraviesan México y el mundo, “la consolidación de la función mediática de La Jornada en el entorno contemporáneo y la persistencia de nuestra organización empresarial, aun en circunstancias difíciles y angustiosas, son prueba de que hicimos lo correcto cuando echamos a andar, hace ya 25 años, nuestro periódico”.

En su reflexión sobre el quehacer periodístico de los jornaleros y el futuro de esta empresa editora, Carmen Lira llamó a hacer hincapié en la eficiencia, en hacer más con menos, en reducir gastos y en prepararnos para hacer frente a una crisis que, por lo que puede verse, todavía no ha tocado fondo.

A punto de cumplir, en septiembre, cinco lustros de la fundación de La Jornada, consideró que quienes intervienen cotidianamente en su manufactura, hemos intentado comportarnos como un verdadero y real contrapoder. Nuestro diario ha sido en todo este tiempo algo diferente del gran amasijo de los poderes, algo libre y autónomo con una identidad clara y separada a la que debe ser fiel, cualesquiera que sean las vicisitudes generales por las que atraviese el país.

La variopinta composición de accionistas de La Jornada, entre ellos intelectuales, escritores, académicos, directivos, reporteros, moneros, fotógrafos, escuchó con atención los informes que además del rendido por la directora general, leyeron por disposición de ley, el presidente del Consejo de Administración, Hugo Gutiérrez Vega, y el comisario del mismo, Luis Linares Zapata, ambos relativos a los estados financieros de esta empresa.

Todos fueron aprobados por unanimidad.

Fue, como cada año, ocasión de rencontrarse con entrañables compañeros y amigos de la causa común que es La Jornada. De renovar el acto de fe, como diría Carmen Lira Saade, en el periodismo, nuestro oficio.

Y también de compartir con ella la convicción de que a lo largo de estos años, “La Jornada ha sido algo más que un periódico, como ocurre con la mejor historia de un diario... algo en donde un pedazo de México se ha visto reflejado. En todo este tiempo, hemos actuado del lado, en nombre y por cuenta de los ciudadanos, de esa parte de nuestra sociedad no resignada a una decadencia de la moralidad pública y a una deformación de las instituciones”.

Así, al referirse a la crisis financiera que vive el mundo y de la que no han escapado las empresas periodísticas más fuertes e importantes, Carmen Lira resaltó el desempeño satisfactorio del diario, en el que, subrayó, el factor más importante sigue siendo el de siempre: el ser un foro socialmente necesario, único en el panorama mediático nacional y un punto de referencia ineludible del acontecer político, económico y social del país, aquí y en el extranjero”.