De 2007 a la fecha el Gobierno del Distrito Federal (GDF), mediante el Programa Educación Garantizada, ha invertido 20 millones de pesos para apoyar a dos mil 530 niños, niñas y jóvenes de escuelas primarias y secundarias en riesgo de abandonar sus estudios por la discapacidad o muerte del principal sostén de su casa.

Esfuerzo que reconoció Marcelo Mazzoli, oficial de educación del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), quien remarcó: necesitamos exactamente iniciativas como las del Gobierno del DF; es decir, que garantizan derechos no en el discurso, sino mediante hechos concretos, destinando para ello recursos públicos a quienes más los necesitan hoy. No es un favor, es un derecho plasmado en la Constitución Mexicana y en la Convención Internacional de los Derechos de la Niñez.

Luego de escuchar el informe del subsecretario de Educación Media Superior del DF, Mario Carrillo Huerta, el oficial de educación ofreció el apoyo de la Unicef para que en el contexto de las actividades del Centenario de la Revolución y el Bicentenario de la Independencia, el gobierno capitalino también pueda garantizar educación con cobertura universal, y auguró que 2010 será un año importante para que México y el DF celebren que todos los niños y niñas están en la escuela.

En su calidad de director general del Fideicomiso Educación Garantizada, Carrillo Huerta presentó un informe sobre este programa, cuyo objetivo es abatir la deserción escolar y fomentar la continuidad de los estudios de los seis a los 18 años de edad.

Explicó que en forma coordinada el Fideicomiso Educación Garantizada y el DIF-DF otorgan el apoyo a dos mil 530 beneficiarios, de los cuales 30 por ciento son habitantes de Iztapalapa, 14 por ciento de Gustavo A. Madero, 6.27 por ciento de Álvaro Obregón, y 5.5 por ciento de Venustiano Carranza, entre otros. Por nivel escolar, 50 por ciento son de primaria, 40 de secundaria, y el restante 10 por ciento, de preparatorias.

Margarita Darlene Rojas, directora del DIF–DF, agregó que se credencializó ya a más de un millón 400 mil alumnos de primaria, secundaria y medio superior, con lo que se da tranquilidad a padres y madres, porque saben que aún en el lamentable caso de que llegaran a fallecer o a caer en un estado de discapacidad total o permanente, el gobierno capitalino podrá garantizar que sus hijos continúen sus estudios.